La cartera comercial sigue frenando la expansión del crédito en Colombia. Datos revelados ayer por la Superintendencia Financiera señalan que, al cierre de julio, el saldo de cartera de los establecimientos de crédito se ubicó en 449 billones de pesos, que representan un aumento real anual de 1,8 por ciento.
De hecho, si se observa en detalle el comportamiento de los diferentes tipos de préstamos, la modalidad comercial fue la única que tuvo una variación real negativa.
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Este segmento, que representa poco más de la mitad del crédito, cerró julio con un saldo de 241 billones de pesos.
El otro donde aún no se evidencia una recuperación clara es el microcrédito, que en el último año ha tenido un aumento real de 1,46 por ciento, a 12,3 billones de pesos.
En contraste, los créditos de consumo crecieron casi 5 por ciento desde agosto del año pasado y ya superan los 129 billones de pesos. Pero, la modalidad con mayor dinámica es la de vivienda, pues los préstamos hipotecarios suman 65,4 billones de pesos, tras un incremento anual de 8,3 por ciento.
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Por la debilidad en el crecimiento de la cartera total, los préstamos que están vencidos tienen un mayor peso dentro del total. Las cifras de la Superfinanciera muestran que los saldos con mora de 30 días o más ascienden a 22,5 billones de pesos, 16 por ciento más que en julio del 2017.
Aunque representan ya el 5 por ciento del crédito, la realidad es que en los últimos meses se ha moderado bastante el ritmo de crecimiento. Como se recuerda, el año pasado alcanzaron incrementos de hasta 40 por ciento.
Sin embargo, el deterioro continúa corriendo por cuenta de la modalidad comercial, en donde el aumento anual fue de 28 por ciento. Muy de lejos le siguen los préstamos hipotecarios, con un alza de 16 por ciento.
Mientras tanto, en los segmentos comercial y de microcrédito, el crecimiento anual es de apenas 2 por ciento.