Citando a Diana, una pequeña niña que aseguró haber "perdido todo" porque el agua se llevó lo que tenía su familia, el presidente Juan Manuel Santos anunció anoche la declaratoria del Estado de Excepción, para atender a cerca de 1'700.000 víctimas del invierno.
Serán dos las figuras excepcionales. La primera, la "situación de desastre", y la segunda, la "Emergencia Económica, Social y Ecológica".
Esas medidas, que anunció que se tomarían desde la noche de este martes, le permitirán al Gobierno habilitar recursos y operar de manera expedita para atender a los cientos de miles de afectados por la crisis.
La declaratoria de emergencia se hace porque no es posible conseguir todos los recursos que se necesitan con las normas ordinarias.
No obstante, Santos reveló en la noche del martes que se apropió ya un billón de pesos adicional para el Fondo de Calamidades.
También se creó una sala de crisis permanente en el Ministerio del Interior, atendida por un grupo de expertos de diversas entidades, para tramitar los requerimientos de alcaldes y gobernadores.
El Presidente se mostró muy conmovido por la magnitud de la tragedia en Bello (Antioquia). Contó que tuvo que escuchar el testimonio de un agente de la Policía que perdió a sus dos únicos hijos por el alud de tierra sobre el barrio La Gabriela, de esa población. "También las lágrimas se desprendieron de mis ojos", dijo el Presidente.
"La crisis que vivimos hoy por causa de la dura ola invernal es la peor tragedia natural en nuestra historia. Nunca antes tantos habían sido afectados en sus vidas, en su salud, en sus posesiones, en su propio futuro", dijo Santos, llevando de manera recurrente las manos sobre su pecho, en señal de dolor.
El mandatario agradeció la ayuda de empresarios, organismos de socorro, entidades multilaterales y la comunidad internacional.
El presidente Santos explicó que, una vez expedidos los decretos, se procederá en tres fases: la primera será la atención humanitaria, es decir, "salvar vidas y dar albergue y comida a las cerca de 330.000 familias".
En segundo lugar, se hará la rehabilitación de infraestructura: escuelas, vías, centros de salud y vivienda, entre otros. Y la tercera, la más ambiciosa, será la reconstrucción, "levantar de nuevo todo aquello que esté destruido".
El Presidente terminó su intervención diciendo que nadie puede decir que "perdió todo" si a su lado tiene a un compatriota que le da la mano".
El artículo 215 de la Constitución faculta al Presidente para declarar el Estado de Emergencia cuando sobrevengan hechos que perturben o amenacen con perturbar "en forma grave e inminente el orden económico, social y ecológico del país, o que constituyan grave calamidad pública".
La Carta Política permite que mediante dicha declaración, que deberá contar con la firma de todos los ministros, el Presidente pueda dictar decretos con fuerza de ley, "destinados exclusivamente a conjurar la crisis y a impedir la extensión de sus efectos".
Dichos decretos, que deben referirse a materias que tengan relación directa y específica con el Estado de Emergencia podrán, de manera transitoria, establecer nuevos impuestos o modificar los existentes.
Según la Constitución, el Congreso deberá pronunciarse sobre la conveniencia y oportunidad de las medidas adoptadas en el marco del Estado de la Emergencia y las circunstancias que llevaron a que fuera declarada.
El Gobierno también debe enviar a la Corte Constitucional los decretos legislativos que dicte en el marco del Estado de Emergencia.
