Las mediciones integrales de conocimientos, un comité que coordine los esfuerzos de trabajo, alianzas estratégicas entre instituciones, segmentación de las estrategias de formación según las audiencias y una medición periódica del impacto de los programas, hacen parte de los ingredientes que el Banco de la República cree que debe tener la política de educación financiera del país.
En el taller que sobre el tema organizó el Fondo de Garantías de Instituciones Financieras (Fogafín), el gerente del Emisor, José Darío Uribe, dijo que es indispensable segmentar las estrategias de educación dependiendo del público objetivo, porque el mejoramiento de las competencias financieras requiere un cambio de comportamiento a gran escala.
Para Uribe las audiencias se pueden dividir en dos grandes grupos: los niños y jóvenes que están vinculados a la educación formal, y los adultos que ya pasaron los años de escolaridad, para quienes es preciso diseñar programas de educación no formal.