La vivienda nueva en Colombia registró un incremento de 11,97 por ciento en el segundo trimestre del año, frente al mismo periodo del 2012, y es el ritmo de aumento de precios más alto en más de cuatro años.
Según el Dane, las mayores alzas son en Bogotá, con una variación de 15,39 por ciento, seguida por Bucaramanga, con 12,19 por ciento, y Pereira, con 11,31.
En el caso de la capital del país hay consenso en que con la oferta restringida y la demanda creciendo, los aumentos seguirán. Según César Llano, presidente de la Federación Nacional de Lonjas de Propiedad Raíz (Fedelonjas), el caso de Bucaramanga se explica porque se ha convertido en una ciudad receptora de capitales, especialmente de Venezuela, que están moviendo mucha vivienda y otros usos.
Sin embargo, desconcierta lo de Pereira, pues no tiene un desarrollo inmobiliario grande.
Para Sandra Forero, presidenta de Camacol, “los precios responden a las fuerzas del mercado, no a decisiones individuales ni a fenómenos especulativos que pongan en riesgo al sector”.
La dirigente coincide en que las alzas se explican por “la demanda potencial y efectiva fortalecidas, mientras que la oferta enfrenta restricciones”.