Colombia fue el primer país de América Latina donde esta multinacional, que hoy opera bajo el nombre de Dunkin' Brands, abrió sus puertas y eso le ha servido también para tener acá su mercado más grande en la región.
John L. Luther, presidente mundial de Dunkin' Brands, estuvo visitando su franquicia colombiana, que es operada por Miguel Merino, y tuvo tiempo para hablar sobre la multinacional que dirige, así como para dar su visión sobre la economía.
¿Cómo le va a Dunkin? Brands en medio de la tormenta financiera que vive el mundo?
El año ha sido maravilloso para nosotros. Pese a que enfrentamos una economía difícil en Estados Unidos, nuestra marca es fuerte y nuestros franquiciantes son empresarios que saben como operar este negocio en los tiempos buenos y en los malos y por eso nos va bien. En el 2007 vendimos 6.600 millones de dólares en todo el mundo con nuestras dos marcas (Dukin? Donuts y Baskin Robins). Llegamos casi a 35.500 tiendas y la meta de este año es completar 40.000.¿Le preocupa que la situación económica empeore tanto en E.U. como en el resto de países donde están?
Claro. Es un tema que siempre nos preocupa. Nosotros revisamos muy de cerca la economía y no analizamos lo que sucederá mañana, sino tres o cuatro años adelante. Vemos una desaceleración y por eso buscamos cómo mantener la rentabilidad de nuestras tiendas.La economía nos afecta de muchas maneras y la más importante es el del costo de las materias primas, frente a lo cual decidimos renegociar con nuestros proveedores y mejorar nuestra eficiencia de producción, todo con el objetivo de no subir precios. Eso nos ha funcionado muy bien en todo el mundo.
¿Cuál es su estrategia para enfrentar la desaceleración?
Cada ciclo evoluciona y termina. Creo que el actual ha sido más largo y profundo de lo esperado, porque el gasto del consumidor está afectado. La recuperación tomará un tiempo y en medio de este panorama la clave está en seguir haciendo lo que sabemos hacer: mantener las tiendas, asegurarnos de que la calidad nunca sea afectada y no hacer recortes, por el contrario expandirnos.
Seguir este plan nos permitirá estar más fuertes cuando termine la crisis. Este año vamos a abrir más tiendas que en el 2007, cuando fueron 1.300 en el mundo. Ese es el mejor plan, no hacemos descuentos y nos mantenemos ofreciendo valor a los consumidores, eso nos ha funcionado. Aunque aclaro que crecer no implica hacerlo desordenadamente y en cualquier lugar. Se deben buscar sitios estratégicos.
¿Las nuevas tendencias de comida dietética y la creciente preocupación por la figura, afecta su negocio?Ese tema nos interesa bastante y somos muy sensibles a las necesidades de los consumidores. Actualmente, en Estados Unidos, y pronto en el resto del mundo, tendremos cero grasas trans en nuestro menú completo. También trabajamos para que lo hagan nuestros proveedores. Además tenemos un programa de bajas calorías, que es guiado por nutricionistas.
¿Eso significa que no les no ha impactado las ventas?
Todas las personas se preguntan si debería comerse o no la dona, pero ahora con nuestro programa especial producimos donas con 300 o menos calorías, lo cual facilita esa decisión. Claramente es un desafío, pues es un tema que los consumidores siempre tienen en mente y lo que hacemos es tomar la temperatura de sus gustos y necesidades para ajustarnos a ellos.Protegen el ADN de la marca
Ser una multinacional con operaciones en 34 países ha llevado a Dunkin' Brands a ajustar su producción a los gustos de los consumidores locales. "Hay mucha variedad e incluso en Estados Unidos tenemos sabores regionales. En los mercados asiáticos hemos adoptado algunos sabores de arroz y panes", explica la cabeza de esta compañía John L. Luther.Colombia no es la excepción, pues el sabor local es el de arequipe, que a su vez es el más vendido. "Nos adaptamos lo que más podemos, pero siempre protegemos lo que llamamos el ADN de la marca para que en cualquier parte del mundo donde se vea un letrero de Dunkin' Donuts la gente sepa de qué se trata", explica Luther.