La Guerra Fría quedaba atrás y culpar al comunismo de todos los problemas, dejaba de tener sentido. Por esos tiempos (1992), Fukuyama proclamaba el fin de la historia y Estados Unidos tenía, entonces, que mostrar con realizaciones que su modelo era el que iba a dar solución a los problemas de la humanidad. Hoy, casi veinte años después, es evidente no solo que el modelo no era perfecto, sino que está en crisis. Crisis no solo económica, sino de confianza, de aislamiento y falta de sintonía con inmensos sectores de la población mundial; con una moneda cuestionada, con riesgos de no poder competir frente a importantes economías emergentes, con preocupaciones sobre la calidad de su educación y con un retroceso muy significativo en materia de distribución del ingreso. Pero, además, embarcados en dos guerras que nadie quiere, con un deterioro ambiental, evidente que ellos mismos están contribuyendo a crear. El desprestigiado gobierno Bush era el símbolo de este deterioro, y por ello, era evidente el clamor por un cambio. Lo que resulta sorprendente es la magnitud del cambio. Quién iba a pensar que un negro iba a ser presidente de un país, en el que hace relativamente pocos años, el Ku Klux Klan era una organización activa y hasta bien vista entre grupos conservadores. Un país en el que muchas de las personas de color y cabellos encanecidos, que el día de la elección lloraban de emoción, habían sido actores de las fuertes confrontaciones que se dieron por los Derechos Civiles a comienzos de los sesenta, como era el caso de Jesse Jackson, que las cámaras de televisión no se cansaban de enfocar. Ahora bien, ¿qué puede hacer Obama? Es algo todavía difícil de predecir y dependerá mucho de qué tan bien se rodee. Lo importante, sin embargo, es que ha transmitido ya el mensaje de esperanza, que el pueblo norteamericano ansiaba. Eso, de por sí, es muy importante. No obstante, los retos son inmensos y las consecuencias de lo que haga o deje de hacer serán planetarias, pues ese es el mundo de hoy, y el peso específico de ese país en estos tiempos. Se habla de renovación en temas claves como es el caso de la economía. Habrá que ver, por ejemplo, si personas como Goolsbee, llega a tener la influencia que dicen puede llegar a alcanzar. Si es así, por primera vez habría un economista de ultima generación tan cerca del poder. La Neuroeconomía, la cibereconomía y temas similares han sido el foco de atención de este personaje de la nueva escuela de Chicago. En fin, es mucho todavía lo que hay que esperar antes de saber si Obama da la talla. De todas maneras, hay que reconocer que ya logró algo muy importante, y es dar a los norteamericanos y al mundo un fuerte soplo de esperanza. rvillavecesp@gmail.com '' Los retos son inmensos para Obama, y las consecuencias de lo que haga o deje de hacer serán planetarias, pues ese es el mundo de hoy, y el peso específico de ese país en estos tiempos.WILABR
Finanzas
10 nov 2008 - 5:00 a. m.
Esperanza
El general Vernon Walters, quien trabajó en el Plan Marshall, dijo en 1990 que caído el Muro de Berlín y desmoronándose el Imperio Soviético, los Estados Unidos se enfrentaban a uno de los retos más complejos de su historia.
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