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Finanzas

07 jul 2010 - 5:00 a. m.

Estados Unidos no canta victoria

Estados Unidos ha presentado una recuperación económica lenta, pero sostenida luego de la peor recesión desde 1930. Aunque la mayoría de los fundamentales muestra señales de reactivación y la confianza de los agentes se ha fortalecido, el retorno a niveles de expansión similares a los de la pre-crisis aún es lejano. Luego de su última reunión de política monetaria en junio, la Reserva Federal fue poco optimista al reconocer cierta debilidad en la recuperación económica de ese país, razón por la cual reiteró que su tasa de referencia se mantendrá baja por un periodo de tiempo extendido.

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07 jul 2010 - 5:00 a. m.

El menor optimismo de la FED, sumado a la crisis fiscal en Europa que se aceleró en abril y que apenas comienza a estabilizarse, generó volatilidad en los mercados mundiales, lo cual evidenció que la crisis no está completamente superada y que las perspectivas a corto plazo ya no son tan positivas para la economía estadounidense. A pesar de una coyuntura menos favorable, el sector real se ha consolidado como un jalonador importante de la recuperación económica. La producción industrial tuvo un cambio de tendencia desde su nivel más bajo en junio de 2009 y ha registrado crecimientos positivos desde comienzos de 2010 hasta llegar a niveles de 7,6 por ciento en mayo. Por su parte, la capacidad de producción se redujo en 1,3 por ciento anual. Esta combinación impulsó un incremento de la utilización de la capacidad instalada, que actualmente se ubica en niveles similares a los observados en noviembre de 2008. La producción fabril es uno de los pocos indicadores que no sufrió ninguna desaceleración desde abril, mes en el que se agudizó la crisis fiscal en Europa. Esto demuestra que las expectativas de los empresarios se han mantenido a pesar de la desfavorable situación externa, que podría generar una caída en las exportaciones de Estados Unidos hacia Europa. Por otra parte, las ventas al por menor también presentaron un buen comportamiento durante el primer semestre de 2010. Sin embargo, los datos de mayo mostraron una leve desaceleración asociada principalmente a una fuerte contracción mensual de 9,3 por ciento en las ventas de materiales de construcción. Este último dato, que representa la peor caída de este rubro en los últimos 18 años, demuestra que el pobre desempeño del sector inmobiliario es actualmente uno de los principales obstáculos de la recuperación económica. Si bien es cierto que los principales indicadores económicos de Estados Unidos ya no están en los niveles críticos registrados durante la peor parte de la crisis, algunos de ellos no han podido estabilizarse e incluso han tendido a debilitarse en los últimos meses. Como ya se mencionó, el mercado inmobiliario aún no se encuentra en una senda de crecimiento sostenible y todavía depende de estímulos fiscales. Por ejemplo, las ventas de casas nuevas han crecido a una tasa anual promedio de 4 por ciento en 2010, pero en mayo tocaron un nivel mínimo histórico tras presentar una caída de 32,7 por ciento mensual. Este comportamiento estuvo asociado a la culminación, en abril 30, del incentivo fiscal otorgado por el Gobierno para favorecer a los compradores de primera vivienda. Estos datos sugieren que el sector inmobiliario requiere todavía del apoyo gubernamental, por lo que el Congreso aprobó el 29 de junio la extensión de dicho beneficio hasta el 30 de septiembre de 2010. Por otra parte, el desempleo se ha convertido en otro gran obstáculo para la recuperación y en el mayor problema que debe enfrentar el Gobierno, pues actualmente es cercano a 10 por ciento, máximo nivel alcanzado desde que este indicador se encuentra disponible en 1948. Aunque la tasa de desempleo cayó a 9,5 por ciento en junio, los empleos creados en el sector privado (83.000) se ubicaron por debajo de lo esperado por el mercado y en esta magnitud no son suficientes para impulsar una disminución sostenida en el nivel de desempleo. Entre 2008 y 2009 se destruyeron más de 8,5 millones de empleos y las cifras revelan que tomará un largo periodo de tiempo restituirlos. Las peticiones iniciales de seguro de desempleo han venido cayendo desde su máximo valor registrado en febrero de 2009. Sin embargo, la reducción de las solicitudes parece haberse estancado recientemente en un nivel superior a 460.000 en los últimos 12 meses con variaciones semanales promedio de 0 por ciento en 2010. Los altos niveles de desempleo en Estados Unidos podrían reflejarse en una debilidad de la demanda interna y la inflación ha sido uno de los indicadores que ha recogido esta tendencia de manera más clara. La inflación anual se ha mantenido estable alrededor de 2 por ciento en los últimos meses. Sin embargo, la inflación núcleo, que excluye los componentes más volátiles como la gasolina y los alimentos, presenta una tendencia a la baja, ubicándose en una tasa anual inferior a 1 por ciento en mayo. En este caso, dicha tendencia parece ser un síntoma de que la demanda no se ha fortalecido significativamente. LAS PERSPECTIVAS En cuanto al panorama económico de los próximos meses, las perspectivas se han estancado. Los índices de confianza, como los de la Universidad de Michigan y del Conference Board, muestran sendos retrocesos desde marzo, influenciados por la difícil situación externa que ha generado mayor incertidumbre en torno al futuro de la recuperación económica global. Actualmente, los índices de confianza se encuentran en niveles similares a los de hace un año, cuando la situación economía era aún más incierta. Los últimos indicadores económicos de EE. UU. muestran que la peor parte de la crisis en ese país ya pasó. Sin embargo, la recuperación económica se ha dado de manera lenta y con cierta volatilidad. Durante los próximos meses, la situación económica en ese país estará determinada en parte por el desarrollo de la crisis fiscal en Europa, que influye en las decisiones tanto de consumo como de producción de los agentes. Igualmente, los cambios en la regulación financiera podrían limitar la dinámica del sector financiero, así como del crecimiento del crédito en ese país. Adicionalmente, resulta evidente que el Gobierno ha jugado un papel fundamental en la reactivación de algunos sectores como los mercados inmobiliario y laboral a través de los estímulos fiscales. El mayor reto de la actual administración será el de mantener una política fiscal contracíclica durante los próximos años, intentando reducir a la vez el déficit fiscal a un nivel sano y sostenible para evitar futuros problemas de financiamiento que podrían derivar en una situación similar a la de algunos países europeos. El déficit fiscal actualmente asciende a 9,3 por ciento del PIB, siendo éste un nivel históricamente alto. El Gobierno es consciente de que su margen de discrecionalidad para dar estímulo fiscal se está reduciendo gradualmente, razón por la cual en febrero se designó una comisión que propondrá una serie de medidas para reducir el déficit hasta 3 por ciento en 2015. Estos factores están causando un reenfoque en las preocupaciones de los inversionistas pasando de la dinámica de recuperación de corto plazo a la tendencia de crecimiento de largo plazo. Los retos mencionados podrían derivar en una caída permanente en el crecimiento potencial del PIB de Estados Unidos, acompañado por los efectos que esta situación tendría sobre los activos financieros y los niveles de tasas de interés en el mediano plazo. ANDRUI

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