En Semana Santa, después de nueve años de obras y de derribar todo tipo de obstáculos: la participación de los Nule, la interferencia de predios y el traslado de redes de servicios, el contratista terminará la construcción de la doble calzada entre Bogotá y Girardot.
Aunque lo que queda por entregar en operación son apenas 3 kilómetros, los viajeros desde hace tiempo se vienen quejando por las largas filas de carros durante los fines de semana.
El Tráfico promedio diario (TPD) del corredor está en 18.600 vehículos, entre particulares y de carga, lo cual implica un tráfico constante y en ascenso, sin importar las vacaciones o la desaceleración de la actividad comercial.
La solución anticipada a futuro colapso sería una nueva ampliación, a través de un tercer carril. “Tenemos una iniciativa público-privada de Conalvías que está en etapa de prefactibilidad. Ellos están trabajando en los estudios y diseños fase 2”, comenta Luis Fernando Andrade (ANI).
Luz Mélida Gamboa, gerente de la concesión, coincide con Andrade y propone construir con urgencia una doble calzada elevada para solucionar el problema de movilidad vial entre Bosa y Soacha, que en planes éxodo y retorno de temporadas altas y puentes festivos hacen colapsar la estación de peaje de Chusaca.
Esta semana, dice Gamboa, se entregarán en operación 3,4 kilómetros para la culminación de las obras de la segunda calzada y su puesta en operación en una longitud de 117 kilómetros.
Para la Semana Mayor se tendrá la conexión vial desde la variante de Girardot hasta el municipio de Carmen de Apicalá, en el sector El Paso, tras la expropiación de un predio el 17 de marzo pasado.
Christian Pardo Q.
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