Los investigadores estudiaron a casi 10.000 pacientes de 50 a 75 años con diabetes tipo 2. Aproximadamente la mitad de los pacientes recibió el fármaco fenofibrato y la otra mitad recibió placebo.
Después de cinco años, 115 pacientes tuvieron por lo menos una amputación a causa de la diabetes. Los expertos hallaron que los pacientes con fenofibrato tenían un riesgo menor de una primera amputación que los pacientes a placebo. Los pacientes que perdían parte de la pierna tenían mayor probabilidad de tener enfermedad cardíaca, úlcera en la piel, amputaciones previas, o de ser fumadores.