Ante este escenario, las empresas se ajustan el cinturón, así su sector económico o su mercado no se encuentren seriamente afectados, y sus balances aún no muestren cifras rojas, aunque la tinta negra ya se vea un poco gris.
Como consecuencia de esto, se ve un aumento en la tensión de las empresas, pues el futuro todavía no se ve claro y la recesión todavía no tiene fecha de vencimiento. De hecho, se espera un número récord de compañías que vayan a la banca rota este año en el mundo entero, ya que de acuerdo con la compañía aseguradora Euler Hermes, se preven 200.000 insolvencias en Europa, mientras que en Estados Unidos es probable que se produzca una explosión de negocios fallidos estimados en 62.000 empresas, frente a los 42.000 producidos en el 2008.
Para no caer en esas proyecciones, muchas empresas están tomando medidas, los famosos recortes, para salir airosas de este vendabal. Suele suceder que ante la urgencia o el temor, se tomen medidas circunstanciales sin mirar al largo plazo y sin tener muy en cuenta la estrategia general del negocio.
De ahí que la consultora Deloitte elaborara una una serie de acciones estratégicas clave que hay que utilizar para diseñar un programa de reducción de costos eficiente y que cumpla con todos los objetivos, sin descuidar el valor percibido por los accionistas.
Según Deloitte, en un entorno económico pujante, y aún más en tiempos de crisis, las empresas se enfrentan a presiones para reducir costos, y deben buscar incesantemente formas de operar de un modo más efectivo y con sus recursos dedicados al logro de los objetivos estratégicos.
Si va demasiado lejos, correrá el riesgo de debilitar su competitividad. Si no avanza lo suficiente, no logrará las mejoras continuas que necesita para crecer. Aquí, algunas ideas.
No aparte la vista de su blanco
El objetivo por excelencia de la reducción de costos empresariales es la creación de valor para la empresa, sus accionistas y sus clientes.La idea es que de una crisis la compañía salga no solo lo menos aporriada posible, sino con algún tipo de ganancia o valor adicional. Y muchas veces, por apagar el incendio, se toman medias y se asumen recortes puntuales, sin mirar las consecuencias que ellos pueden tener en otros sectores de la empresa.
Por eso hay que evitar los enfoques parciales. Muchas oportunidades de reducción de costos tienen consecuencias operativas y financieras de gran alcance, deseadas o no, que podrían afectar al área fiscal, inmobiliaria y contable.
"A veces no se toman en cuenta todos los factores cuando se decide la estrategia para afrontar el momento crítico, y se pueden generar complicaciones más adelante. Hay transacciones que van enlazadas con otras y hay que mirar bien el panorama para no afectarlas", afirma Cheng.
De ahí la importancia de conformar equipos de trabajo con todas las áreas clave del negocio, pues cada director de área puede aportar información importante y oportuna frente a una medida de las que se vallan a tomar dentro del plan de reducción de costos.
Ajuste a la estructura para que sea menos compleja
Cuando se está en temporada de 'vacas gordas', no hay afán por revisar procesos. En los 'gloriosos', incluso, se tiende a establecer actividades y modelos que no necesariamente aportan mucho al negocio.
Es cuando las empresas se asustan que comienzan mirarse con insistencia hacia dentro. Así que es el momento de buscar oportunidades para reducir la complejidad de la compañía, estandarizar los procesos de negocio y eliminar actividades redundantes.
"En la estabilidad, se relajan y gastan en cosas que de algún modo se podrían hacer de una manera más simple y menos costosa", comenta Cheng.
Pero resulta que siempre se puede simplificar y eliminar aquellas partes que no son vitales para el negocio.
Así mismo, es el momento de centralizar donde tenga sentido. "Observe cuidadosamente la relación entre economías de escala y grado de reacción del mercado. Mantenga una predisposición a centralizar procesos estandarizados e intensivos en operaciones, como finanzas y tecnología", recomiendo Deloitte.Es el momento de buscar economías de escala y de volver más horizontal la estructura.