Además, tendrán a mano las estadísticas que produce el Dane para la realización de sus estudios y, además, contarán con la asesoría de expertos del Banco de la República.
La restricción que desde hace dos años impuso el Dane para que los expertos independientes y del mismo gobierno accedieran a las bases de datos de sus investigaciones, como el Censo 2005, la Gran Encuesta Integrada de Hogares (que examina el comportamiento del mercado laboral), la de calidad de vida, entre otras, generó un gran malestar en la comunidad académica, situación que se ha venido solucionando poco a poco.
La decisión restrictiva del Dane se fundamentó en la necesidad de mantener la reserva de quienes le suministran información. A partir de ese momento no se les volvió a entregar a los investigadores y entidades oficiales las bases de datos, sino que deben acudir a las instalaciones de la institución en Bogotá donde pueden procesar muestras diseñadas por el Dane.
Aunque ese fue un avance, los investigadores de fuera de Bogotá tienen limitaciones por el inconveniente del desplazamiento desde sus regiones a la capital colombiana.
Con el Centro de Información en Medellín, la entidad comienza a romper ese cuello de botella.