Un tribunal de arbitramento de la Cámara de Comercio de Bogotá le ordenó al concesionario Opaín, encargado de las obras de modernización del aeropuerto Eldorado, pagarle a la Aeronáutica Civil multas que superan los 19.000 millones de pesos, por incumplimientos contractuales en la ejecución de obras del proyecto.
Pero al mismo tiempo, el Tribunal determinó que la Aerocivil deberá girarle a Opaín el valor correspondiente a obras complementarias en la terminal de carga y zonas de seguridad de la pista norte, ya que estas no hacían parte del contrato, por lo que deben ser asumidas por la autoridad aeronáutica Colombiana.
Según la Aerocivil, este valor es cercano a los 22.000 millones de pesos.
El fallo también le ordena a Opaín pagar el 4 por ciento de los ingresos brutos regulados y no regulados que se causen en el período de extensión de la modernización y expansión de la terminal aérea, lo que le representará a la entidad estatal recursos entre de 25.000 y 30.000 millones de pesos entre el 20 de septiembre pasado y el 30 de julio del 2014, fecha para la cual está prevista la finalización de todas las obras, incluyendo la terminal nacional.
La Aerocivil dijo que el fallo también estableció que Opaín no tiene derecho a ninguna compensación por concepto de tasas aeroportuarias internacionales que pudiera dejar de percibir entre los años 2010 y 2020, como consecuencia de la prórroga del contrato de concesión del aeropuerto de Cartagena, cuyo monto, hasta enero del 2011, se estimó en más de 3,5 millones de dólares.
El laudo, proferido por los árbitros Juan Pablo Cárdenas, Fernando Sarmiento y Guillermo Fernández de Soto, determinó también que Opaín debe reajustar ciertos valores por concepto de la contraprestación que debe pagarle a la Aerocivil.
El Tribunal aclaró que es responsabilidad de la Aerocivil financiar la construcción de la extensión de una calle de rodaje para llegar a la nueva área de mantenimiento.
La decisión pone fin al enfrentamiento entre las dos partes por el avance en la ejecución del proyecto, toda vez que cuando Aerocivil sancionaba al concesionario, este apelaba las decisiones ante el Tribunal.