La razón, aunque la mayoría de los empresarios ya habían incluido en sus planes del 2010 la incidencia del año electoral, el proceso para la convocatoria a un referendo que consultara sobre la posibilidad de que el mandatario continuara en el poder por cuatro años más, se convirtió en un factor de incertidumbre, que incluso trascendió la comunidad internacional. El debate generado alrededor de la reelección produjo cierto ruido y polarización entre los propios empresarios, pues era evidente que algunos estaban a favor de la continuidad del mandatario, mientras que otros había expresado abierta oposición. Con la decisión de la Corte, el país regresa a un proceso electoral al que está acostumbrado cada cuatro años. De otro lado, en medio de la discusión sobre el referendo, el Dane reveló el pasado viernes las cifras sobre desempleo de enero. El resultado no fue nada bueno, pues la tasa de desocupación llegó a 14,6 por ciento, cifra que aumenta la preocupación sobre este fenómeno que ya afecta a más de tres millones de colombianos. El incremento del desempleo en esa magnitud, en enero del 2009 fue de 14,2 por ciento, contribuye a aumentar la desconfianza sobre la recuperación de la economía y en especial de la demanda de los consumidores, pues si no hay ingresos tampoco habrá dinero para gastar. Este hecho es extremadamente negativo para la economía, ya que los inversionistas basan sus decisiones en el comportamiento de las expectativas de la demanda. Ahora, el país queda a la espera de que haya una reacción de la economía, y de que sean aprobados los tratados de libre comercio que se están negociando. El viernes pasado, al cierre de esta edición, no había terminado la negociación de una nueva ronda para el TLC con la Unión Europea. El Indicador de la Confianza aumenta dos puntos, y se ubica en 78 por ciento. 14,6 por ciento es la tasa de desempleo en Colombia, al cierre de enero pasado, según el Dane.ADRVEG
Finanzas
01 mar 2010 - 5:00 a. m.
Fallo de referendo reduce el estrés
La negativa de la Corte Constitucional para una segunda reelección del presidente, Álvaro Uribe, no tiene gran incidencia sobre la economía o el comportamiento del mercado accionario colombiano, pero sí elimina un factor de tensión en el ambiente de los negocios y la inversión.
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