El proceso de expropiación predial continuará en la vereda Miraflores, el terreno al que se trasladará el nuevo Gramalote, un pueblo incrustado en las montañas de Norte de Santander que el 17 de diciembre del 2010 se desplomó por una falla geológica provocada por el invierno.
Una vez se terminen de negociar y se adquieran los terrenos empezarán las obras de reconstrucción, para que las más de 900 familias damnificadas puedan regresar al pueblo a finales del 2015. El traslado y reubicación de las familias gramaloteras finalizará en 2016.
El Fondo Adaptación ya recibió el 85 por ciento del área que hará parte del nuevo casco urbano de Gramalote, dentro del proceso de gestión predial en el cual se estableció la necesidad de adquirir 101 hectáreas, es decir, tres veces más del área que tenía el antiguo casco urbano, que era de 35 hectáreas.
“El proyecto urbano definitivo, sobre el cual se está realizando el nuevo ordenamiento territorial del municipio, fue construido con la comunidad tras un intenso proceso de diálogo y concertación con el equipo de trabajo de la Cámara de Comercio de Cúcuta”, reveló Enrique Maruri Londoño, gerente del proyecto de reasentamiento.
Gramalote se ha convertido en uno de los mayores retos para el Fondo Adaptación, la entidad ha dirigido sus esfuerzos en realizar estrictos estudios geológicos, geotécnicos y ambientales, diseños urbanísticos y de ordenamiento territorial que garantizarán la construcción de un municipio seguro.
En esta tarea, el Fondo invertirá un total de 163.777 millones de pesos destinados por el Gobierno Nacional para la planificación, estructuración y ejecución de obras de infraestructura física del nuevo Gramalote, y programas de apoyo social y reactivación económica para la comunidad.
Debido a que en Gramalote giraba en torno al comercio e intercambio urbano-rural, y no había actividades productivas industriales o de transformación secundaria, el Fondo está apuntando, a través de programas, a que la población sea autosostenible.
La Universidad de Pamplona se ha concentrado en el restablecimiento del tejido social. En el aspecto socioeconómico, se logró con el Incoder que 31 familias fueran vinculadas al programa Implementación de Proyectos de Desarrollo Rural. Esta gestión permitió el apalancamiento de 362 millones de pesos. Los beneficiados son los productores de los distritos de riego Asorosario y Asovillanueva.
CON 7 IDEAS PARA EL PACTO AGRARIO
Recientemente, la U. de Pamplona, la Gobernación de Norte de Santander, la alcaldía de Gramalote y el Fondo Adaptación consiguieron la postulación de 7 proyectos productivos para la convocatoria del Pacto Agrario en lo que se refiere a ganadería, distrito de riego, manejo del banco de proteínas y aves de postura e industrialización del café.
Entre las postulaciones se destaca el proyecto de limón Tahití.
chrpar@eltiempo.com
