El propósito de los gigantes hipotecarios es determinar si sus usuarios cumplen con los requisitos para un nuevo programa de reestructuración de préstamos.
Dicho plan busca aliviar un poco la crisis de ejecuciones al ayudar a los propietarios que están atrasados al menos tres meses en sus pagos, pero sólo si Fannie y Freddie son las acreedoras.