Luego de no poder conseguir los recursos mínimos necesarios y pese a la inversión publicitaria, la sociedad fiduciaria Fiduagraria planteó disolver la cartera colectiva Agrorenta.
La decisión de liquidarla la tomaron los inversionistas, ayer en la tarde, luego de que la entidad los convocara a una reunión extraordinaria.
Durante esta, los voceros de Fiduagraria culparon de esta situación al Banco de la República por mantener bajas las tasas de interés y al entorno económico del sector agropecuario del país, que debilitó los portafolios. Agrorenta, que tenía una perspectiva de duración de 42 años, sólo funcionó durante un año y medio.
Sin embargo, la entidad dio un parte de tranquilidad a los inversionistas, a quienes se les aseguró su capital y los intereses generados, a los que se restarán la comisión fiduciaria y los gastos de administración.
Una parte del capital, invertido en títulos de la Bolsa Mercantil de Colombia, se recuperará tras su vencimiento, pues venderlos antes de tiempo implicaría una pérdida; el restante del dinero de los inversionistas están ‘a la vista’ en cuentas de ahorro.
Para Fiduagraria, se convirtió en un fondo de inversión no viable, pues la rentabilidad había caído sustancialmente, del 4,89 por ciento, en noviembre del 2009, al 1,65 por ciento, al cierre de abril pasado. La convocatoria a la asamblea y la liquidación causó sorpresa entre los inversionistas, quienes terminaron por entender la crisis de rentabilidad del sector agrario.