“La Confederación General del Trabajo y la Confederación de Pensionados de Colombia asumieron la responsabilidad de firmar el mejor acuerdo social del cual se tenga conocimiento en el país en los últimos 50 años”, con esa afirmación -que sonó algo extraña en un dirigente sindical-, el secretario General de la CGT, Julio Roberto Gómez, destacó la importancia de la actualización del acuerdo tripartito rubricado hace cinco años, sellada ayer en la Casa de Nariño, y en la que estamparon sus firmas, además de Gómez, el presidente del Consejo Gremial y de la Andi, Luis Carlos Villegas, el ministro de la Protección Social, Mauricio Santa María, y el vicepresidente de la República, Angelino Garzón, como testigo de honor, entre otros.
Para Gómez, ese acuerdo laboral recoge las aspiraciones de los trabajadores y los sindicalistas, como la creación del Ministerio del Trabajo y la garantía del ejercicio de la actividad sindical.
El acuerdo, dijo por su parte el presidente Juan Manuel Santos, fortalece la democracia y el diálogo social, una de sus metas de campaña; este, agregó, es un mecanismo para solucionar problemas, conflictos y diferencias.
Las otras dos centrales obreras del país, CUT y CTC, se marginaron de la firma de dicho acuerdo porque consideran que aún le faltan detalles de suma importancia, como la eliminación inmediata de las cooperativas de trabajo asociado, y en sus filas se lleva a cabo un intenso debate sobre si es pertinente o no acompañar a la CGT y a la CPC (gremio que agrupa a los pensionados del país) en este momento.