La Agencia de EE.UU. para el Desarrollo Internacional (USAID)
había intentado parar esta medida mediante la puesta en marcha, el viernes pasado, de una revisión a fondo de sus programas destinados a promover la democracia en Cuba, informó el diario The Miami Herald.
Stephen Driesler, directivo de USAID a cargo de Asuntos Legislativos y Públicos, explicó que este organismo había puesto en práctica "revisiones financieras más estrictas".
Dicha verificación reveló "irregularidades en el Grupo de Apoyo a
la Democracia", una organización del exilio cubano en Miami que
había sido criticada en el pasado por "usar fondos federales" para
enviar productos de Nintendo a la isla.
"La USAID ha decidido llevar a cabo una revisión inmediata de
todas las donaciones de fondos y determinar" dónde se han producido fallas financieras y cómo subsanarlas, para "fortalecer el programa" con vistas a su "futuro éxito", indicó Driesler.
"Todas las donaciones están sometidas a revisión y, dependiendo
de los resultados, algunas se suspenderán", agregó.
Un estudio elaborado por la influyente Fundación Cubano Americana (Fnca), divulgado en mayo pasado, criticó que menos de un 17 por ciento de los 70 millones distribuidos desde 1996 por la Administración estadounidense para impulsar la democracia en Cuba "fueran usados para asistencia directa a la isla".
Gran parte de los fondos, según el informe de la FNCA, fueron
destinados a sufragar los gastos de los grupos del exilio o los estudios para la promoción de la democracia en Cuba, elaborados por universidades e instituciones estadounidenses.
"Cuando tenemos problemas con dos instituciones, de un grupo de
once y en un período de seis meses, uno espera que no sea un patrón, pero es mejor investigar y asegurarnos", apostilló Drisler.