Los volúmenes de las fusiones a nivel global cayeron un 37% a US$940.750 millones en el segundo trimestre del año, comparado con el mismo periodo de 2007, de acuerdo con Dealogic, una firma de investigación de mercado. Aún así, en el mundo de los mega acuerdos corporativos, la botella de champaña siempre está medio llena.
Algunos banqueros proyectan que la actividad de fusiones y adquisiciones se mantendrá en los actuales niveles o cerca durante el resto del año. Si esta predicción es acertada, 2008 será comparable a 2005, cuando el volumen de acuerdos total fue de unos US$2,8 billones (millones de millones).
"En un entorno operativo donde no hay muchas oportunidades de crecimiento, las empresas con una situación financiera sólida y altos patrimonios bursátiles seguirán estudiando adquisiciones como una herramienta de crecimiento", dice Paul Taubman, jefe de banca de inversión de Morgan Stanley.
En Estados Unidos, todos los ojos están puestos en el atribulado sector financiero, donde muchos observadores predicen una ola de acuerdos. Las preocupaciones de que algunos bancos aún necesitan hacer rebajas contables de miles de millones de dólares podrían retrasar la consolidación, pero muchos observadores creen que un sacudón importante es inevitable.
"Actualmente se puede ver que muchas instituciones están apenas tratando de sobrevivir. Hemos pasado de ver la consolidación como un lujo a verla como una necesidad", afirma Cary Kochman, codirector de fusiones y adquisiciones en EE.UU. para UBS AG.
Otro motor de las uniones corporativas estadounidenses podría ser los compradores de otros países.
En el primer semestre, la inversión extranjera en EE.UU. creció 23% a US$124.260 millones, debido principalmente a la oferta que InBev hizo por Anheuser.
Jean Manas, jefe de fusiones y adquisiciones en las Américas para Deutsche Bank AG, asegura que después de ciertas dudas en el primer semestre sobre si EE.UU. ha tocado fondo, algunos compradores extranjeros están mostrando más interés en activos estadounidenses.
"Los europeos están empezando a ver sus propios signos de debilidad económica y están dando otro vistazo a EE.UU.".
Los banqueros dicen que para los compradores con crédito de grado de inversión hay suficientes oportunidades. "Existe un nivel razonable de actividad", opina Douglas Braunstein, jefe de banca de inversión de J.P. Morgan Chase. "El asunto es si habrá tanta volatilidad que ponga en riesgo a los acuerdos en carpeta".
"El mercado de fusiones y adquisiciones se recuperó modestamente en el segundo trimestre, debido a un aumento de la confianza entre jugadores estratégicos como reacción a mercados de capital relativamente estables", agrega Boon Sim, jefe de fusiones y adquisiciones para las Américas de Credit Suisse Group. "Estas mejores condiciones serán puestas a prueba radicalmente en el segundo semestre por una amenaza triple: crédito, confianza del consumidor y precios del crudo...".
Ciertos sectores, como el de minería, probablemente aprovecharán parte de esta capacidad. "El auge de los recursos naturales no ha terminado y hay muchos más acuerdos por venir en ese sector", dice Henrik Aslaksen, codirector de fusiones y adquisiciones globales de Deutsche Bank.
Sin embargo, otra fuente de las uniones corporativas, el capital privado, continúa mostrando debilidad. En el segundo trimestre, el volumen de compras apalancadas globales cayó 82% a US$61.500 millones.
En lugar de pedir prestado grandes cantidades de dinero para adquirir empresas en una compra apalancada, las firmas de capital privado se han concentrado en la adquisición de participaciones minoritarias. Un ejemplo son los US$3.780 millones que CVC Capital Partners acordó invertir en junio en el conglomerado industrial alemán Evonik Industries AG.
"La evidencia de acuerdos minoritarios por parte de firmas de capital privado se ha disparado", dice Larry Slaughter, codirector de fusiones y adquisiciones en Europa para J.P. Morgan Chase.
"Las economías de escala y la expansión geográfica para encontrar crecimiento sigue estando en la mente... pero con toda la volatilidad, es difícil lograr que se anuncien y cierren acuerdos", señala por su parte Wilhelm Schulz, codirector de fusiones y adquisiciones para Europa de Citigroup Inc.
De todas formas hay optimismo.
En ciclos de fusiones y adquisiciones anteriores, se esperaba que las empresas de países desarrollados buscaran adquisiciones en los mercados emergentes, como India, para aumentar el crecimiento.
Ahora, las compañías de mercados emergentes, llenas de efectivo gracias al auge de los commodities, pueden perfectamente tanto ser el blanco como las compradoras. La actividad en Asia sigue siendo el punto más brillante de las fusiones y adquisiciones en todo el mundo. En el segundo trimestre, las uniones corporativas en las que participaron empresas asiáticas, excluyendo Japón, totalizaron US$206.820 millones, un alza de 57% frente al año anterior.
La actividad está siendo impulsada por estados financieros sólidos, fondos soberanos y empresas que intentan hacer el salto de líderes locales a jugadores globales.