Debido a la relevancia que tiene el sector ganadero para la economía del país y la complejidad de sus necesidades, es necesario que el Gobierno cree un viceministerio para gerenciarlo. Así lo cree Ricardo Sánchez, Presidente de la Unión Nacional de Asociaciones Ganaderas de Colombia (Unaga), quien, en el marco de Agroexpo, charló con Portafolio acerca de la situación del sector.
¿Cómo ve a su sector?
El crecimiento de la ganadería respecto al resto de la economía ha sido distante. Si toma el PIB en precios constantes del año 2005 al 2012, su tasa anual fue del 5,8 por ciento y si revisa el sector pecuario fue de solamente el 3,4 por ciento.
¿Qué ha generado ese rezago?
Los Gobiernos de turno se dedican a generar cambios de carácter coyuntural frente a las emergencias. Si no se cambia la visión, difícilmente vamos generar cambios. Si uno piensa en el crecimiento del sector agrícola y del sector pecuario, fundamentalmente está pensando en incrementos de productividad y eso solo se logra si se hacen fuertes aportes en investigación y se planifica a largo plazo la producción.
¿Quién debería estar a cargo de este tema?
La necesidad manifiesta del sector es que haya un escenario de interlocución permanente con el Ministro de Agricultura. ¿Cuál es ese ente? El viceministerio de la ganadería, una entidad que debería encargarse de la investigación, transferencia de tecnología, mantenimiento y aumento del estatus sanitario, de la capacitación y la planeación. Por ejemplo, el Conpes lácteo fue aprobado hace dos años y no ha logrado plasmarse la ejecución con un impacto de forma amplia, y con la rapidez requerida por falta de una gerencia que oriente el apoyo de la cadena láctea frente a los TLC .
¿Qué hace tan especial a los ganaderos para que necesiten un viceministerio?
Contribuyen con el 18 por ciento de la ocupación, con el 7 por ciento del PIB, son más de 450.000 familias que viven de ese sector. Es un tema de seguridad alimentaria.
¿Cómo ve los subsidios?
Soy amigo de los subsidios en bienes públicos: infraestructura vial, de energía, salud, educación. Estos deben ser entendidos de manera que, además de incrementar la productividad, reduzcan la inequidad.
El fenómeno que se presenta es que no se tiene estructurada la medición del impacto de las ayudas otorgadas y, cuando no se puede medir, se puede estar apostando en la vía que no es.
¿Qué se tendría que hacer para saberlo?
Unaga desarrolla el Programa Nacional de Mejoramiento Genético Bovino, que aporta en la construcción de una estructura productiva, identificando el recurso animal para decir cuál es productivo y cuál no. Esos programas son los que pueden viabilizar cualquier crecimiento.
¿Cuál es el mayor problema de los ganaderos?
La realidad del campo no es la mejor, en buena parte por ese retraso de orden tecnológico que tenemos. No somos competitivos por una tasa de cambio que da lugar a que las importaciones se hayan incrementado el año pasado en 12 por ciento, y con un peso tan fuerte que difícilmente podemos salir a exportar. Además, el sector rural no es competitivo por niveles de orden productivo con los países con los que tenemos tratados de libre comercio.
Hemos hablado de lo que se debería hacer por los ganaderos pero, ¿qué ponen ellos?
Existe una realidad ignorada y es que los ganaderos vienen trabajando desde hace varios años en incrementar sus índices de productividad, a pesar de todas las adversidades y del poco acompañamiento de parte del Gobierno.
Si en estos 40 años los ganaderos no hubieran aportado, difícilmente el país estaría entregándole a los colombianos su alimentación; difícilmente se estaría pensando en exportar ganado en pie y carne como lo estamos haciendo.
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¿Qué expectativas tienen con esta versión de la feria?
Pienso que es como una incubadora, hay que generar cultura de rueda de negocio para un sector que se ha caracterizado históricamente por la informalidad.
El negocio en la ganadería es muy personalizado, lo que se intenta trabajar es que este sea un conjunto de soportes estadísticos que permitan medir por qué un animal es bueno y por qué se puede volver mejorante en cualquier población del hato colombiano. Tenemos expectativas importantes, la verdad no soy especulador en cifras, creo que es mejor ser prudentes. Tenemos buenas expectativas porque es un momento coyuntural en donde estamos enfrentando una interacción mundial de la economía, estamos enfrentándonos a confrontaciones de orden económica a nivel mundial y eso nos obliga a generar una modernización y una reconversión en el campo para incrementar nuestra competitividad.