La semana pasada, Colombia dio un paso definitivo en su aspiración de que ciudadanos nacionales puedan entrar a Europa sin visa: el Parlamento Europeo aprobó la medida que entraría en vigencia en el último trimestre del año. Lo cierto es que, como dijo el presidente Juan Manuel Santos, antes de que acabe el año los coombianos no tendremos que realizar ese "antipático trámite".
Sin duda es una gran noticia. Los más de 300.000 coterráneos que volaron el año pasado a Europa saben el tiempo y la documentación que se ahorrarán una vez se haga efectivo el acuerdo.
Entre los múltiples beneficios, están el hecho de no tener que programar los viajes al Viejo continente con cuatro meses de anticipación, tampoco habrá que destinar los más de 300.000 pesos que representa*. Tampoco se tendrá que hacer el engorroso papeleo que exigen -hasta ahora- las embajadas europeas (ver la infografía).
Pero los únicos que celebramos no somos los colombianos. Aunque el Gobierno asegura que el acuerdo vislumbra ‘los buenos ojos’ con los que el mundo está mirando a Colombia y la confianza que el país se está ganando para que este tipo de decisiones sean un hecho, también es cierto que llega en una época en la que no todos los países europeos lucen economías saludables.
Para Europa la decisión también tiene un beneficio, pues dinamziar el turismo es una opción de generar empleos e incentiuvar la inversión en este campo. Sin ir tan lejos, en España se sigue hablando de una tímida recuperación y Grecia aún no está a salvo de entrar en cesación de pagos y poner en riesgo a la Comunidad Europea. Eliminar este requisito traerá la obvia consecuencia de un mayor tráfico de turistas colombianos (y peruanos), lo que se traduce en más dinero por concepto de turismo para el viejo continente.
Christian Krüger, director de Migración Colombia, quien asegura que sus pronósticos sobre el aumento de turistas nacionales que rondan un 40 % hacia el continente europeo es modesto, también señala que los altos costos de un viaje en estas condiciones no permitirán que dicho incremento pueda llegar a ser de 180 %, como el que se presentó cuando México eliminó la visa para los colombianos.
Son precisamente los tiquetes aéreos el factor más costoso a la hora de viajar. Con dos meses de anticipación, un pasaje hacia a Madrid – el destino europeo más económico – cuesta alrededor de 1,5 millones de pesos.
Las aerolíneas también esperan que se oficialice la noticia y, según Krüger, es la exención lo que está motivando el arribo de más empresas al país. Hay varias que ya se adelantaron a otras compañías que no han aterrizado: Lufthansa, Iberia y Air France llevan años operando en Colombia con vuelos directos, y hace poco la alemana KLM está operando en territorio nacional. Ya pidieron pista Turkish Airlines y Air Europa.
Felipe Bonifatti, director de Lufthansa para el país, asegura que la exención de visados siempre será una buena noticia para las aerolíneas.
Hoy existe una oferta importante de vuelos entre Europa y Colombia. Cada dos horas despega o aterriza un vuelo entre ambas regiones; la empresa alemana, por su parte, ya alcanzó el máximo de frecuencias semanales permitidas por los acuerdos binacionales.
Pero Bonifatti afirma que una de las ventajas que traerá la eliminación de visa es una mayor flexibilidad haciendo posibles, por ejemplo, promociones de último minuto que se ofrecerían en varias ciudades del territorio nacional.
“Experiencias anteriores en la región muestran que la exención de visado genera alta demanda adicional. En 2014, la ocupación aérea al Viejo Continente cerró en promedios cercanos al 80 %. Este año ha comenzado con una mayor demanda y esperamos finalizar 2015 con un crecimiento superior al anterior”, afirma Bonifatti.
Otro ‘eslabón’ de la ‘cadena’ que venía sujetando a los colombianos a la visa Schengen y que hoy ‘se libera’ es el grupo de embajadas europeas con sede en Bogotá.
Aunque Gunnar Schneider, gerente de prensa de la embajada de Alemania en Colombia, no se arriesgó a dar cifras sobre cuánto dinero reciben por concepto de visados, aseguró que es mucho mayor el gasto que demanda su estancia en el país para tramitar las visas.
“Esto es síntoma de que las relaciones están mejorando y eso siempre será una buena noticia para las dos partes”, afirma Schneider, quien también cuenta que es muy bajo el porcentaje de colombianos a quienes Alemania les ha negado la entrada.
A pesar de la ‘buena nueva’, el funcionario de la embajada alemana da luces sobre lo que podría exigir la exención. Recuerda que – igual que en Colombia – cada país miembro del territorio Schengen está en total libertad para negarle la entrada a quien desee. Schneider cree que una de las condiciones será presentar en cada frontera los mismos papeles que hoy los colombianos deben mostrar para obtener una visa europea, como el seguro médico, reservas aéreas y hoteleras, y/o documentos que demuestren su capacidad económica.
Lo cierto es que los colombianos ya podrían ir planeando sus vacaciones a partir de diciembre próximo en el Viejo continente sin estar pensando en sacar una cita tres meses antes del viaje en una embajada a la que - hasta ahora - tienen que asistir con carpeta en mano, mínimo $175.000 y esperar una respuesta durante dos semanas que puede ser un ‘no’ para recorrer las calles de Roma, subir a la Torre Eiffel o tomarse un vaso de la mejor cerveza en un ‘pub’ alemán. ¡Salud!
Ana María Gutiérrez
@GutierrezAnaMa
*En esta cifra incluye el seguro médico, que ronda los $200.000. El costo del visado Schengen depende de la embajada con la que se tramite. El valor estándar por la visa es de $175.000.