El ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble, se había mostrado en el pasado repetidamente en contra de la opción de que un país de la eurozona recurra al FMI. Wilhelm buscó quitar hierro al debate al subrayar que el Gobierno alemán sigue confiando en que "los esfuerzos de consolidación de Grecia tendrán éxito".
El debate se ha vuelto a encender tras la negativa de la canciller, Angela Merkel, a dar ayudas 'precipitadas' a Grecia, y mostrarse así en contra de cerrar un paquete de ayudas en el Consejo Europeo que se celebrará la próxima semana.
El primer ministro griego, George Papandreou, por su parte, urgió a los líderes europeos a aprobar el mecanismo de ayuda ya la semana próxima en Bruselas, con el objetivo de lanzar una señal a los mercados. Papandreou insistió en que Grecia no necesita, por el momento, el dinero de sus socios europeos, pero explicó que la mera habilitación de este mecanismo podría suponer un apoyo muy valioso para su país, porque conllevaría a un abaratamiento de los costes de refinanciación de su abultado déficit al apaciguar a los mercados.