Grecia y Portugal fueron este martes protagonistas de primer orden en los mercados internacionales. Sin embargo, su actuación estuvo lejos de llevarse aplausos y más bien se convirtió en un mal augurio que se fue acrecentando a medida que pasaban las horas.
El turno matutino de las malas noticias fue para el Banco de Grecia, que señaló que la deuda pública del país helénico seguirá creciendo del actual 115 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), hasta el 130 por ciento para el 2014.
El Emisor, además, pronosticó que la economía sufrirá este año un decrecimiento del 2 por ciento, tal y como ocurrió en el 2009. Yorgos Provópulos, gobernador del Banco Central, señaló en una nota que el país debe reducir al máximo su gasto público, reformar su sistema producitvo, aumentar las exportaciones y erradicar la corrupción para superar la crisis actual.
"Para revertir definitivamente las tendencias negativas, hemos de superarnos a nosotros mismos y sorprender favorablemente a los mercados", explicó. El mensaje fue muy mal recibido en los mercados bursátiles europeos, que a media mañana ya mostraban su tendencia a la baja.
El batacazo definitivo corrió por cuenta de la agencia calificadora de riesgo Standard and Poor's (S&P), que en horas de la tarde agregó dos perlas al rosario de malas noticias. S&P redujo la calificación de la deuda soberana griega a largo plazo de BBB+ a BB+, mientras que la de corto plazo pasó de B a A-2. Esto significa que ahora están en la categoría de inversiones especulativas.
La calificadora también redujo, en dos escalones, la nota de la deuda de Portugal de A+ a A- debido a la "debilidad estructural de su economía" y de sus amplios riesgos fiscales. El recorte aumentó los temores sobre el posible contagio de la situación griega.
El ministerio de Finanzas griego quiso calmar a los mercados con un comunicado en el que señalaba que la rebaja en la calificación no "corresponde a los verdaderos datos de la economía griegade la economía helénica". Los mercados, sin embargo, creyeron más en las razones de S&P.
Desplome bursátil
Las bolsas alrededor del planeta sintieron el coletazo de las nefastas noticias sobre las deudas soberanas. Atenas y Lisboa, los principales implicados, registraron caídas de 6 y 5,36 por ciento, respectivamente.
El descalabro bursátil se expandió sin distingo en los parqués europeos: Madrid perdió el 4,19 por ciento; París retrocedió 3,82 por ciento; Fráncfort disminuyó 2,73 por ciento; Londres cayó 2,61 por ciento; y Milán lo hizo en un 3,28 por ciento.
Al otro lado del Atlántico los efectos negativos también se sintieron. Los tres principales índices de la Bolsa de Nueva York cerraron con números rojos: Dow Jones (-1,90 por ciento), Nadaq (-2,04 por ciento) y el S&P 500 (-2,34 por ciento).
América Latina tampoco pudo evadir la sangría bursátil y registró caídas en la mayoría de las plazas. Los descensos más pronunciados se dieron en Sao Paulo (-3,43 por ciento) y México (-3,32 por ciento). Los mercados claman porque le Unión Europea y el Fondo Monterio Internacional desbloqueen el salvavidas que prepararon para Grecia. La fecha crítica es el 19 de mayo, porque ese día vence una buena parte de la deuda helénica.