El Instituto de Ortopedia Infantil Roosevelt cumple 65 años, tiempo suficiente para haber madurado una oferta de servicios eficientes y rentables, contrario a lo que pasa con la mayoría de hospitales en el país.
El médico José Ignacio Zapata dirige la entidad hace 15 años y la ha encaminado por la ruta de la responsabilidad social. Dice que la reforma a la salud que el Gobierno presentará al Congreso sufre por falta de socialización.
El país se acostumbró a la deficiente atención de los hospitales, ¿cuál es la estrategia del Roosevelt para ser lo contrario?
Tenemos garantizada nuestra viabilidad en el largo plazo. Roosevelt ha desarrollado un modelo de gerencia institucional y de atención con un modelo de costo-efectividad en los tratamientos, que nos permite atender más pacientes por la misma plata sin sacrificar desenlaces. Hoy no podemos dar respuesta a tanta demanda creciente. El año pasado hospitalizamos más de 7.000 niños y rechazamos a 10.000 por falta de camas. Ahora tenemos el propósito de ampliar la capacidad instalada, y en los próximos cinco años invertiremos 50.000 millones.
¿Cómo se financia el hospital y cuánto cuesta la operación anual?
El hospital tiene un financiamiento vía venta de servicios. No nos hace falta un peso para operar, para pagarle a un proveedor, a un profesional. Nuestro funcionamiento este año cuesta 45.000 millones de pesos. Esperamos vender 48.000 millones de pesos. Somos equilibrados, pero el margen que deja la operación no da para hacer inversión. En eso, dependemos de terceros benefactores, como industriales y grupos económicos. En los ultimos cinco años hemos invertido 15.000 millones de pesos en renovación tecnológica, mejoramiento de planta física.
¿Qué capacidad tienen?
Les prestamos servicios a 180 mil niños al año, en hospitalización, 118 camas para 9.000 niños al año. En cirugía, cuatro salas, 12.000 niños operados al año. En consulta externa tenemos 35 consultorios, 72.000 consultas;en rehabilitación, 250.000 terapias al año. Generamos 660 empleos.
¿Cuáles son los proyectos para este año?
Consolidar el programa ‘Hospital domiciliario’, que consiste en trasladar la hospitalización a la casa, adonde le mandamos al paciente un grupo de salud que lo visita todos los días. La idea es sacar a muchos de los pacientes actuales para tener disponibilidad de camas y atender a niños más graves.
¿Qué expectativas tiene de la reforma a la salud?
Colombia tiene suficientes recursos para atender a su población. El porcentaje del PIB que se destina en Colombia es uno de los más altos de América Latina, 8 por ciento.
Coinciden todas las misiones extranjeras que analizan el tema en que problema de plata no es. El lío es la administración de los recursos. Hay que revisar el modelo de atención y centralizar los pagos porque la intermediación aumenta costos y genera corrupción. Otro elemento debería tocar a los usuarios. El país pasó de una población sin acceso a servicios de salud a una que tiene derechos ilimitados. Se trata de justicia distributiva. El que tiene más capacidad debe pagar más, y hay que ponerles límite a tantos beneficios.
¿Está el gremio médico satisfecho con el proyecto?
El proyecto de reforma no se conoce. El Ministro Gaviria ha dicho cosas, pero no hay socialización con los actores del sector. Se hace un trabajo técnico de puertas para adentro, que seguramente será muy bueno, pero el texto final no se conoce.
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