Evadiendo al gigante Hagrid, ocupado en el sepelio de su araña monstruo con la que dormía luego de que la entrenara el Hermano Andrés Hurtado, reconocieron a Harry. Era inconfundible la cicatriz en forma de relámpago que tenía en su frente, causada cuando tenía un año: Lord Voldemort, el Mago Oscuro, intentó asesinarlo, y Harry no conocía ni a Gilma Jiménez ni a Martha Ordóñez para que lo defendieran. --Venimos desde Colombia -dijo uno de los visitantes, que para impresionar se había aprendido el lema del Partido Liberal--. Draco dormiens nunquam titillandus (Nunca hagas cosquillas a un dragón que duerme). Harry Potter sabía que en Colombia se utilizaba un potente hechizo, dada la cantidad de personas desaparecidas. Y se enteró por eltiempo.com que en un lugar llamado El Congreso de la República, había gente más tránsfuga que Severus Snape. --No le vamos a quitar mucho tiempo, joven Potter -anunció otro muggle criollo--. Necesitamos su ayuda para que no maten a una mamá hipopótamo y a su cría que vagan por el Magdalena Medio. Le contaron del asesinato de Pepe por una descarga letal que lo paralizó como si hubieran usado el Petrificus Totalus. Potter observó la foto de un escuadrón de soldados posando en camuflado junto al cadáver mutilado del mamífero artiodáctilo herbívoro y comprendió que no había podido sobrevivir, como él, a la maldición asesina Avada Kedavra. Los visitantes se demoraron explicándole a Potter que Colombia no estaba habitada toda por mortífagos, porque era un país muy grande. Interrogados por Potter sobre la procedencia de Pepe, le revelaron que su padre había llegado en un avión Hércules con una pareja africana y 35 especies exóticas, entre las que se hallaban gacelas, canguros, camellos, elefantes, jirafas y avestruces, compradas por Pablo Escobar para poblar su Hacienda Nápoles. Potter pensó que le estaban hablando de El Señor de los Anillos. --Algo así como El Señor Tenebroso-- le aclararon. Y viendo que comenzaba a distraerse cada vez que pasaba Ginny Weasley, fueron al grano para salvar a la mamá hipopótamo y al bebé hipopotamito, y para que sus cabezas no terminaran colgadas en la mansión de Pablo Ardila. Potter agradeció la visita de tan agradable comitiva, ataviada con camisetas en las que se leía Colombia es Pasión. Pero argumentó su imposibilidad de ayudar a los anfibios, entre otras razones, porque tenía que buscar los horrocruxes. Y por el miedo que le daba meterse en ese asunto, la verdad. Les regaló un ejemplar del libro Las fuerzas oscuras: una guía para la autoprotección, de Quentim Trimble, que podían comprar en Panamericana. Desilusionados, los muggles le pidieron un autógrafo a Potter y le enviaron saludos a Albus Dumbledore, miembro de la Confederación Internacional de Magos, junto con Gustavo Lorgia, Mario Iguarán y José Simhon, que estaba botado. Potter sacó la varita y los devolvió a su pasado judicial. '' Harry Potter sabía que en Colombia se utilizaba un potente hechizo, dada la cantidad de personas desaparecidas.WILABR
Finanzas
24 jul 2009 - 5:00 a. m.
Harry Potter y los hipopótamos perdidos
Luego de evadir por arte de encantamiento el requisito de abordar el Expreso en la Plataforma 9¾, y sin presentar visa ni pasado judicial, un grupo de muggles colombianos (ojo, no confundir con mugres) llegó al Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería. Buscaban al joven y famoso mago Harry Potter, que se preparaba para enfrentar al Príncipe Mestizo y para soportar la descarga hormonal que había transformado la magia cenital escolar en recreo genital.
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