El Centro de Predicción Climática de la Agencia Nacional Oceánica y Atmosférica de los Estados Unidos (Noaa) notificó que, hoy, las probabilidades de que vaya a presentarse el fenómeno del Niño están en 50 por ciento frente a las que indican una situación climática ‘normal’.
Las probabilidades de La Niña son del 8 por ciento o menos, según la Noaa.
Sin embargo, la entidad aclaró que esta solo podría evidenciarse para finales del tercer trimestre de este año, pues ha recalcado que predecir el tiempo de transición es altamente incierto.
Por ahora –asegura la entidad en un informe que publicará hoy–, durante el primer semestre de este año se mantendrán las condiciones de normalidad.
Vale la pena destacar que la aparición de los fenómenos climáticos (El Niño o La Niña) están directamente relacionados con el aumento o la merma de la temperatura superficial del océano Pacífico (durante cuatro meses seguidos), cuyo promedio es de 23 grados centígrados.
Un registro menor de temperatura indica Niña (invierno) y el caso contrario, Niño (sequía).
Además de lo anterior, para la presentación de estos fenómenos también inciden la dirección y velocidad del viento.
De acuerdo con los eventos que se han presentado en el país, El Niño se caracteriza por una temporada seca, especialmente en las regiones Caribe y Andina, lo mismo que altas temperaturas en los valles interandinos (Cauca y Magdalena), igual que en el altiplano cundiboyacense.
Entre otras consecuencias, se han notado (en fenómenos anteriores) reducción en las lluvias, los caudales de ríos y, en general, una menor oferta de aguas para los embalses y acueductos e incendios forestales.
El último fenómeno del Niño tuvo su incidencia entre junio de 2009 y mayo del 2010 y dejó a su paso daños en los cultivos de flores, hortalizas de hoja, maíz, trigo y pastos.
Los episodios llamados el Niño (cálido) y La Niña (frío) hacen parte de un ciclo conocido como El Niño Oscilación del Sur (Enso).