Desde hace cinco meses, el Banco de la República respondió a los ruegos de empresarios, deudores e incluso del mismo Gobierno para que bajara sus tasas de interés.
Si bien se logró parte de ese objetivo, pues hoy con excepción de los intereses del microcrédito, todos los demás préstamos cuestan menos que a mediados de diciembre, el lío es que no hay suficientes interesados en endeudarse y, en consecuencia, los desembolsos están estancados.
Hasta el primero de mayo, los empresarios medianos y grandes han sido los más beneficiados con la política del Emisor. Los intereses de los créditos comerciales ordinarios (que son los que aplican para ese grupo) han bajado 3,3 puntos en promedio, frente a una reducción de 4 puntos de los del Banrepública. Sin embargo, eso no ha motivado a los empresarios a tomar más crédito, pues los desembolsos semanales están a la baja.
Las explicaciones para este fenómeno, son dos primordialmente: que consumidores y empresas están temerosos de endeudarse, dado que no tienen claro el panorama económico, y que por la misma razón, los bancos cada vez son más selectivos al elegir a quién le prestan.
El subdirector de Fedesarrollo, Mauricio Santa María, dice que es una mezcla de falta de disposición de bancos y de consumidores, pero aclara que las tasas de interés por si mismas "no hacen el milagro de reactivar el crédito". "En medio de una crisis, la gente no se quiere endeudar".