Así lo señala un estudio de la Organización Internacional del Trabajo, realizado por Marc Bacchetta, Ekkehard Ernst y la colombiana Juana P. Bustamante, en el que además hacen un análisis sobre el impacto de la apertura comercial en el empleo, y el incremento del trabajo informal. La economía informal está asociada con una mayor vulnerabilidad de los países a las crisis económicas. Por añadidura, aumenta las probabilidades de que se vean afectados por esas crisis. La combinación de estas dos tendencias puede dar origen a un círculo vicioso, porque debilita los resultados económicos a largo plazo, reduce los beneficios que pueden obtenerse del comercio y merma la prosperidad económica. De acuerdo con el informe de la OIT, la volatilidad de los resultados del crecimiento y la frecuencia de acontecimientos económicos extremos (como periodos de rápido auge y de disminución repentina del crecimiento) tienden a aumentar con el tamaño de la economía informal. Los países que tienen un sector informal de un tamaño superior a la media corren un riesgo casi dos veces mayor de experimentar acontecimientos económicos extremos que los países en los que el sector informal está menos desarrollado. Los datos que ofrecen los estudios existentes confir- man este vínculo negativo entre la economía informal y la volatilidad del ciclo económico: las actividades informales son a la vez una causa directa del aumento de la volatilidad del ciclo económico y un síntoma de otras deficiencias institucionales, tales como la ausencia de estabilizadores automáticos o la existencia de distorsiones debidas a la reglamentación, que hacen a un país menos resistente a las crisis. El estudio muestra que los países con altas tasas de empleo en el sector informal quedan relegados a los segmentos más bajos y vulnerables de las cadenas de producción mundiales. Las economías con un sector informal muy amplio pueden recibir determinadas corrientes de capital atraídas por la existencia de una gran cantidad de mano de obra poco remunerada. En concreto, algunas economías emergentes y países en desarrollo parecen haber intentado utilizar el tamaño de su sector informal como argumento para alentar a los inversionistas internacionales a aprovechar el bajo costo de la mano de obra. Por ejemplo, a veces se sostiene que las zonas francas de elaboración de productos para la exportación pueden reducir los costos laborales en comparación con el resto de la economía mediante la aplicación selectiva o parcial de las leyes y reglamentos laborales. Por otra parte, los gobiernos pueden establecer zonas en los sectores en los que la actividad informal está más extendida, con el objetivo de mejorar las condiciones de trabajo. Poco beneficio de la apertura La globalización no ha logrado reducir la vulnerabilidad de los mercados laborales, especialmente en las economías en desarrollo. En realidad, la disminución de la pobreza absoluta obedece más al dinamismo económico de los últimos años, los esfuerzos de las empresas privadas, las remesas de los trabajadores migrantes y la comunidad internacional dedicada al desarrollo. Sin embargo, las condiciones del mercado laboral y la calidad del empleo no han mejorado en la misma medida. En muchas economías en desarrollo, la creación de empleos se ha producido principalmente en el sector informal de la economía, del que proceden los ingresos de alrededor del 60 por ciento de la población activa. Esto trae como resultado menor seguridad en el empleo, bajos ingresos, poco acceso a prestaciones sociales y escasas oportunidades de formación. Esos persistentes factores de vulnerabilidad del mercado de trabajo han impedido que los países en desarrollo se beneficien plenamente de la dinámica de la globalización. El informe señala que los países con un sector informal muy amplio no pueden establecer una base de exportación importante y diversificada porque sus empresas tienen una capacidad de crecimiento limitada. En los países con un sector informal más amplio la diversificación de las exportaciones es menor: aumento del 10 por ciento del sector informal supone una reducción proporcional de la diversificación de las exportaciones. Según la OIT y la OMC, no existe una relación simple o lineal entre la apertura del comercio y la evolución del empleo en el sector informal. Aunque el tamaño del sector informal puede aumentar inicialmente, es posible que se reduzca después, cuando una mayor apertura comercial acelere el crecimiento del sector formal. Colombia, en alto riesgo Mientras el promedio de informalidad laboral en América Latina asciende al 55 por ciento, en Colombia esta cifra se ubica en el 57 por ciento, según el último dato revelado por el Dane, que corresponde al 2008. De acuerdo con la investigadora colombiana, Juana P. Bustamante, quien trabaja para la OIT, lo anterior significa que el país hace parte de las naciones que pueden tener dificultades para la reactivación de la economía, pues la posibilidad de aumentar sus exportaciones es limitada debido a la poca competitividad del sector productivo, como consecuencia del alto número de personas que laboran de manera informal. EMIMEN
Finanzas
19 ene 2010 - 5:00 a. m.
Informalidad laboral, una traba para la recuperación
Los países que registran un alto nivel de informalidad laboral tendrán mayores dificultades para salir de la crisis económica.
POR:
-
guardar
save_article.message.success_title save_article.message.successsave_article.message.success_updated_title save_article.message.success_updatedHa ocurrido un error al intentar guardar este artículo
- Reportar error
- Seguir economía
Lo más leído
1
3526
Industrias
Téngalo en cuenta: estas son las rutas aéreas en las que más turbulencias se registran
Destacados
Más Portales