Aunque no existen cifras oficiales al respecto debido a que los organismos del Estado no llevan una estadística que permita identificar con claridad qué tanto mueve la economía subterránea, esos indicios explicarían, en parte, por qué Colombia registra una de las mayores revaluaciones en la región, según los datos del Estado.
El analista Mauricio Cabrera señala que es necesario, por ejemplo, hacer un análisis comparativo con países como Chile y Perú, que tienen superávit en la cuenta corriente de la balanza de pagos, mientras que Colombia registra déficit en ese rubro (1.122 millones de dólares al primer trimestre de este año, según las cifras del Banco de la República).
"Son países que también tienen flujos de capitales importantes porque experimentan una fuerte inversión extranjera, pero allí la revaluación ha sido mucho menor. Debe haber, entonces, un factor adicional que explique por qué Colombia registra una de las apreciaciones de su moneda más altas de la región", afirma.
La ilegalidad suma
Una de las hipótesis que plantea Cabrera es que hay dineros provenientes de fuentes no legales que continúan entrando al país a gran escala porque el volumen del negocio del narcotráfico no ha registrado variaciones, pese a todos los esfuerzos que vienen haciendo las autoridades y el Gobierno en su plan de lucha contra la droga.
Además, hay razones que permiten señalar que quienes se dedican a actividades ilícitas como el narcotráfico están trayendo a Colombia un porcentaje más grande de las ganancias que deja ese mercado. "Siempre se ha dicho que alcanzaría a mover 40.000 millones de dólares, pero que al país se traía una parte muy pequeña y el resto se quedaba por fuera", dice.
Agrega: "Ahora se puede deducir que traen más dinero, explicado por los efectos de la misma revaluación. Los que se mueven en esa actividad tienen que pagar costos en pesos que ya no los pueden solventar con la misma cantidad de dólares que recibían en el pasado".
De otra parte, a la par con un fortalecimiento de las Fuerzas Armadas, en un conflicto como el colombiano no se puede obviar que solamente el Gobierno ha aumentado el gasto militar con miras a enfrentar a quienes están en la ilegalidad. "La contraparte también tiene que estar incrementando sus gastos, por lo menos para defenderse", señala Cabrera.
Ante esos argumentos, hay expertos que dicen que como el volumen del negocio del narcotráfico en la actualidad no ha variado, tal situación no tendría por qué afectar los niveles de la tasa de cambio y que por el contrario, ese fenómeno debió registrarse hace unos ocho años o en las décadas pasadas cuando los narcotraficantes comenzaron a inundar de dólares la economía colombiana.
La aplicación de la ley de Justicia y Paz ha llevado a que paramilitares que antes dejaban dinero en el exterior ahora la traigan para enfrentar los procesos judiciales. "Estamos en un terreno de conjeturas, aunque hay argumentos fuertes que permiten dimensionar que la economía subterránea está impactando fuertemente en la revaluación", puntualiza.