La metáfora que planteó el exministro de Hacienda Juan Carlos Echeverry en el sentido de repartir la mermelada sobre toda la tostada, para explicar la equitativa distribución de la plata de las regalías, no está siendo percibida así en lo que tiene que ver con la locomotora de la innovación.
Aunque las cifras de inversión en innovación en Latinoamérica son bastante bajas con relación a Europa, con un promedio inferior al 1 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) destinado a este rubro, en Colombia para el 2012 fue apenas del 0,0449 por ciento.
Un estudio del Centro de Estudios Sobre Innovación (Cesi) señala que si se toman todos los recursos que Colombia destina a ciencia y tecnología y los divide entre toda la población, da un promedio de 200.000 pesos por personas para cuatro años.
Para la firma José Polo-Otero, del Cesi, el problema con la innovación en Colombia es que la mermelada se está quedando en el centro de la tostada, y la periferia, que está conformada por el Pacífico, la Orinoquia, la Amazonia y la Costa Caribe, ha quedado rezagada.
Según Polo-Otero, quien es doctor en Economía de la Universidad de Barcelona, Colombia está en un círculo vicioso donde les piden a las regiones demostrar que tienen capacidades para recibir recursos, pero no reciben plata para desarrollar esas capacidades científicas.
“Le están pidiendo a un cojo que gane los 100 metros planos; eso es lo que está pasando con la locomotora de la innovación.
Además, esto se basó en un paradigma que no existe, que es decir ‘yo pongo dinero y se crea innovación’ ”, explica.
Para la nueva directora de Colciencias, Paula Marcela Arias, no es cierto que la locomotora de la innovación esté colgada. “Para la muestra, un botón: hace tres días abrimos una convocatoria para empresas, por 16.000 millones de pesos. Serán 80 empresas las que se beneficiarán de la asesoría y de la financiación de hasta 200 millones de pesos.
El Gobierno está dispuesto a financiarles la creación de un nuevo producto o modelo de negocio o servicio innovador a partir de conocimiento”, afirma.
Erick Rincón, gerente general de Certicámara, reconoce que la asignación de recursos por algunos fondos de ciencia y tecnología ha sido importante en los últimos dos años y dice que tales recursos no están siendo distribuidos adecuadamente.
Para Rincón, una de las causas es que la metodología de evaluación usada por Colciencias, con la que se escogen los proyectos, privilegia el formalismo de los formularios y no las necesidades de las regiones.
“Los recursos se están asignando a entidades que se han vuelto expertas en la administración metodológica de los proyectos, pero no se están identificando las necesidades de regiones que carecen de habilidades para presentar este tipo de proyectos”, afirma Rincón.
De acuerdo con Rincón, los criterios de evaluación están dirigidos a una innovación tecnológica de un país en condiciones de desarrollo, cuando algunas regiones de Colombia tienen cero avance en tecnología.
Polo-Otero sostiene que el país se ha enfocado en formar doctores, pero ha dejado de lado a ingenieros, físicos y químicos para robustecer la política científica.
ÁLVARO LESMES QUINTERO
Redactor de Economía y Negocios