La persistente debilidad de las instituciones públicas hizo mella en Colombia, que volvió a quedar en el puesto 69 -el mismo que logró el año pasado- entre de las 148 economías del mundo que mide el Índice Global de Competitividad, realizado por el Foro Económico Mundial (FEM).
El informe final fue divulgado anoche en Suiza.
En este, el país tiene ante sus ojos las graves falencias que le impiden ganar terreno y escalar posiciones, como lo están haciendo muchos de sus vecinos.
Los abanderados de la competitividad en el mundo son los mismos del año pasado. Suiza (primer lugar), Singapur (2) y Finlandia (3). En América Latina, la delantera la lleva Chile, que ocupó el puesto 34. Brasil (56), México (55), Costa Rica (54) y Panamá (40) superan a Colombia, mientras que estamos por encima de Argentina (104), Ecuador (71) y Venezuela (134).
LO QUE MIDEN
Tres grandes bloques entran en la medición que hace el FEM: requerimientos básicos, aumentadores de eficiencia e innovación y sofisticación.
Entre los requerimientos básicos, en los que Colombia ocupa la casilla 80, están incluidos tres de los temas que constituyen el ‘Talón de Aquiles’ del país: instituciones, infraestructura, y salud y educación primaria.
El cuarto ítem, la estabilidad macroeconómica, en la que logramos el puesto 33, fue la que hizo contrapeso para que en el total de los requerimientos básicos llegáramos a la casilla 80.
En instituciones, en cambio, fue donde el país salió peor librado. Ocupa el puesto 110 en el escalafón. Pero, ¿por qué nos va tan mal si ya se hizo una reestructuración del Estado para fortalecer instituciones?
Según Rosario Córdoba, presidenta del Consejo Privado de Competividad, “varios de estos indicadores se logran a través de la percepción de la gente, y la gente no tiene confianza en las instituciones”.
Así, en la variable de ‘confianza pública en los políticos’, por ejemplo, Colombia se acerca a la cola, con el puesto 125 después de haber estado en el 100.
Además, los ciudadanos siguen teniendo la percepción de que se continúan robando los recursos públicos, pues en ‘desvío de fondos’ el país quedó en la casilla 129.
SOBRE LA SEGURIDAD
La percepción de los ciudadanos en materia de seguridad no parece haber mejorado mucho. Según el informe, Colombia bajó tres casillas en el ítem que mide los costos de las empresas por terrorismo (pasó del puesto 144 al 147).
De igual manera, los empresarios se siguen sintiendo afectados por el crimen organizado, donde el país estaba en la casilla 140 y pasó a ocupar la 144.
OJO CON LA EDUCACIÓN
A Colombia, hoy se le mide como un país intermedio, con un nivel de desarrollo en el que ya deberían estar superadas muchas de las falencias que aún conservamos.
Es el caso de la educación primaria, en la que, según el índice del FEM, también se rajó el país.
En la variable que mide la cobertura, con base en la matriculación neta en establecimientos educativos, Colombia pasó del puesto 103 al 113.
“Estamos mal en calidad de la educación matemática y en ciencias, las que nos llevan a decir si hay o no una innovación en el país”, explica Córdoba.
En la medición también se destaca que se siguen poniendo trabas al desarrollo del comercio exterior.
En el ítem de ‘importaciones como porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB)’, Colombia se ubicó en el renglón 143, tras haber estado en el 140. “Tener el puesto 143 entre 148 países, lo que está diciendo es que somos una economía cerrada, con importaciones mínimas”, anota Córdoba.
LA MACROECONOMÍA SACÓ LA CARA
La mayor parte de las variables macroeconómicas, por el contrario, ascendió varios escalones. Según el informe de competitividad global del Foro Económico Mundial, Colombia mejoró, al lograr pasar de la casilla 53 a la 27 en el balance de su presupuesto.
También tuvo avances en lo que respecta al manejo de la deuda del Gobierno, ítem en el que el año pasado el país ocupó el puesto 56 y en la nueva medición se ubicó en el 45. En el ahorro, el informe no muestra mejoría, pues pasamos del renglón 62 al 72.