Movilizar campesinos para que bloqueen vías y se enfrenten a la fuerza pública no es un trabajo para principiantes.
Así quedó demostrado con los promotores de los últimos movimientos de protesta de cafeteros, paperos, cacaoteros y arroceros, que han logrado ayudas del Gobierno por cerca de un billón de pesos, y a las que la semana pasada se sumaron los campesinos de varios municipios de Norte de Santander.
Y aunque los beneficios conseguidos son para los productores, algunos de los organizadores están en el plan de recoger su propia cosecha: la política.
En efecto, varios de ellos han manifestado su interés de aspirar a cargos de elección popular, aprovechando su capacidad de convocatoria, o están relacionados con congresistas o políticos locales y regionales, que ayudan a movilizar a las comunidades, sin que, en muchos casos, les falte razón en torno a sus solicitudes, más no en el uso de las vías de hecho para buscar la atención a sus necesidades.
Está claro que las protestas realizadas hasta ahora no fueron promovidas por la Federación de Cafeteros, Fedearroz, Fedecacao o Fedepapa.
Los hechos son evidentes. Por ejemplo, el paro de los caficultores, bajo la sombra del Movimiento por la Dignidad Cafetera tuvo a Guillermo Gaviria como su máximo representante por Antioquia, y se dice que aspira a un cargo de elección popular en el 2014.
Sin embargo, Gaviria le dijo a Portafolio que no tiene aspiraciones políticas ni usa el movimiento con otra intención diferente a la de ayudar a los productores. Dignidad Cafetera decidirá el miércoles, en Armenia, si irá a una nueva protesta para reclamar agilidad en el pago de los subsidios.
William González, caficultor de Pitalito (Huila), y uno de los dirigentes de la protesta de comienzos de este año, afirma que no asistirán a la reunión convocada por Dignidad Cafetera. Sostiene que, aunque mantienen en contacto permanente con los organizadores de la protesta, solo planearían un nuevo paro si el Gobierno no asigna los recursos para mantener los subsidios en el 2014.
¿ASPIRACIONES O NO?
Sobre las aspiraciones políticas de algunos dirigentes de esa región, González dijo que en estos momentos nadie ha expresado sus intenciones, pero que si fuera así, no hay razón de por qué no se pueda hacer, pues los colombianos son libres de aspirar a cualquier cargo de elección popular.
“Yo no estoy aspirando a ningún cargo político, pero creo que los productores de café del Huila lo debemos hacer porque en este momento no tenemos ninguna representación significativa en las entidades donde se toman las grandes decisiones sobre el sector, como el Congreso, el Gobierno y la Federación de Cafeteros”.
De los organizadores del paro en el Huila, se supo que Armando Acuña, exconcejal de Garzón, aspiraría a la Asamblea del Huila, mientras que Teódulo Guzman (Pitalito) y Orlando Beltrán (Gigante) buscarían votos para la Cámara de Representantes.
Por último, Octavio Oliveros (Garzón) aspiraría a ser miembro del Comité Departamental de Cafeteros, cargo al que se llega con la votación de los cafeteros cedulados.
En el paro pasado fue evidente la vinculación de políticos, bien sea como garantes o en apoyo a los manifestantes.
Se estima que a las reuniones asistió por lo menos, uno (senador o representante) por cada departamento cafetero. El café se produce en 15 regiones del país.
En el caso de la papa, se afirma que varios políticos boyacenses están interesados en el manejo de los recursos del ingreso parafiscal del futuro Fondo Nacional de la Papa, que se desprenderá de Asohofrucol y que será administrada por Fedepapa. Este fondo tiene un potencial de 10.000 millones de pesos anuales.
César Pachón, secretario Técnico del Movimiento por la Dignidad Papera, y Héctor Centeno, ingeniero agrónomo, fueron las cabezas visibles del paro papero; este último, está al frente de la Asociación Colombiana de Productores de Cebolla Bulbo y Cultivos de Rotación.
Lo que se dice en el gremio es que el arreglo con el Gobierno tuvo un componente político, al ser acompañado por los congresistas Jorge Londoño, Jorge Pedraza, Juan Córdova y Humprey Roa.
LOS OTROS PROTAGONISTAS
El paro cacaotero fue liderado por Omar Acevedo Ramírez, un productor de San Vicente de Chucurí, quien tiene divergencias con la Federación Nacional de Cacaoteros (Fedecacao). “Ese es un movimiento político, que está aprovechando la coyuntura de los precios bajos del cacao para decir toda clase de cosas contra el gremio”, dijo un cacaotero, que pidió no ser identificado.
Varios políticos estuvieron presentes en la conversaciones con el Gobierno. A Acevedo le acompañó Ludwing Enrique Otero Ardila, exalcalde de San Vicente de Chucurí.
Para el caso de los arroceros, la inconformidad de Fedearroz fue evidente. En su momento, el gerente del gremio, Rafael Hernández, dijo que el Minagricultura prefirió negociar con los incitadores de la violencia. La organización del paro estuvo a cargo del gremio llanero Agameta, los usuarios del distrito de riego del río Saldaña (Usosaldaña) y los asociados a Federriego, bajo el nombre de Movimiento por la Dignidad Arrocera.
Juan Carlos Domínguez
Redacción Economía y Negocios