A efectos prácticos, la decisión adoptada por un Sala de 17 magistrados no modifica la situación del caso, ya que el propio Garzón decidió abandonar la investigación el pasado 18 de noviembre ante la compleja disputa judicial sobre su jurisdicción.
Los jueces, por 14 votos contra tres, consideraron que no corresponde a Garzón ni a la Audiencia Nacional investigar las desapariciones y muertes sucedidas durante el conflicto fratricida, entre 1936 y 1939, y los primeros años de franquismo.
La Sala decidió estimar así un recurso de la Fiscalía, según el cual los crímenes de la época prescribieron con la ley de amnistía de 1977, promulgada poco después de la muerte de Franco para intentar curar viejas heridas entre los dos bandos.
Para Garzón, las atrocidades de aquellos años constituían un delito de crímenes contra la humanidad.
Tal y como decidió Garzón la semana pasada en su escrito de renuncia, los juzgados locales se harán cargo en piezas separadas de la causa, alejando la posibilidad de abrir un proceso judicial único para revisar lo ocurrido durante aquel período de la historia española.
Sin embargo, la principal tarea de los tribunales territoriales será la apertura de fosas comunes en las que permanecen enterradas miles de víctimas de la dictadura.
Garzón ordenó abrir más de 20 tumbas en todo el territorio español. Una de ellas es en la que, supuestamente, se encuentran los restos del poeta Federico García Lorca, fusilado por las tropas franquistas en 1936.
De momento, ante la densa disputa judicial entre Garzón y la Fiscalía, la Audiencia mantiene paralizada cualquier actuación sobre las fosas. De hecho, el juez señaló que al abandonar el caso pretendía acelerar en la medida de lo posible la apertura de las tumbas para evitar el sufrimiento de los familiares de víctimas y desaparecidos.
Se calcula que más de 500.000 personas murieron en España durante la guerra civil y los dos bandos cometieron numerosas atrocidades.
La causa de Garzón se centraba particularmente en resarcir a las víctimas del bando perdedor, el de los republicanos.
MADRID (AP)