Los países de América Latina deberían invertir el 6,2 % de su producto interno bruto (PIB) anual, unos 320.000 millones de dólares, para satisfacer sus demandas de infraestructura entre 2012 y 2020, advirtió este lunes la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
Un reporte de Cepal presentó este lunes la base de datos de inversiones en infraestructura económica en América Latina y el Caribe, 1980-2012, que recoge y sistematiza las cifras por países según su origen, tanto público como privado. Entrega también una actualización de los requerimientos de inversión anual en los cuatro principales sectores de infraestructura económica: transporte, energía, telecomunicaciones y agua y saneamiento, para dar respuesta a las necesidades que surgirán de las empresas y consumidores finales de la región.
La cifra del 6,2 % del PIB resulta de aplicar la trayectoria de la inversión a las necesidades esperadas de infraestructura y asume una repetición del patrón histórico de inversiones de los países.
"Como tal representa una aproximación y no una recomendación taxativa", advierte el documento. Según el informe, el promedio de 2,7 % del PIB de la inversión en infraestructura observada en el último decenio muestra que la región no está destinando suficientes recursos a ese sector.
Agrega que "una adecuada respuesta a los requerimientos en este campo es clave para la inserción regional en la economía global en el siglo XXI y para la calidad de vida de sus habitantes".
Pese a ello, el análisis de las cifras de la base de datos revela una tendencia al incremento de la inversión en los cuatro sectores de infraestructura económica antes mencionados durante el período 2003-2012.
El sector transporte concentra los mayores montos de inversión desde 2005, seguido por el de energía, telecomunicaciones y agua y saneamiento.
Según el informe, en 2012, último año con datos disponibles, la inversión promedio regional en los cuatro sectores fue de 3,49 % del PIB. Ese año Costa Rica fue el país que más invirtió en infraestructura, con un 5,47 % del PIB en inversión pública y privada.
Le siguieron Uruguay, con un 5,08 %; Nicaragua, con un 4,93 %; Bolivia, con 4,47%; Perú, con 4,46 %, y Brasil con 4,10 %. La Cepal estima que las inversiones en obras de infraestructura contribuyen a incrementar la cobertura y calidad de los servicios públicos, como salud, educación y esparcimiento.
Además reducen los costos asociados a la movilidad y la logística, con lo que se mejora, a su vez, el acceso a los mercados de bienes, servicios, de trabajo y financieros, otorgando un entorno propicio para aumentar el bienestar general de la población.
Por ello, la comisión recalca que es necesario revisar el patrón de decisiones de inversión para orientarlo hacia nuevas infraestructuras que acompañen el camino a la igualdad, con sustentabilidad e inclusión.
EFE