El cuento Ciro el pirata nació hace 14 años, cuando la fonoaudióloga Olga Arango le pidió una tarea difícil a su novio pediatra, hoy día su esposo, aprovechando su gusto por la escritura: inventar un cuento corto de ocho frases en el que hubiera 24 palabras con r y con rr, especialmente entre vocales. Se tomaron su tiempo, pero la tarea les quedó bien hecha. Hace una semana Arango y su colega Alexandra Medaglia ganaron una mención de honor en la franja de investigación, en el Congreso Internacional de Fonoaudiología, que se realizó en Bogotá. Y es que no se trata simplemente de un entretenido cuento con cierta dificultad para un pequeño que está aprendiendo a leer. Este texto y los demás elementos didácticos que trae un kit del lenguaje llamado Destrabalenguas son una herramienta para el diagnóstico y tratamiento de problemas del habla. A JUGAR CARTAS Por ejemplo, en el cuento de Ciro, en las páginas izquierdas está el texto y en las derechas las ilustraciones en blanco y negro; solo los dibujos que representan las palabras importantes están a color: araña, jirafa, ratón Además de leer el cuento, la idea es preguntarles a los niños, cuando no saben leer, el nombre de las figuras en colores. Unas cartas con barcos y banderas conforman otra parte del juego: el premio son unas coloridas gemas plásticas, que gana quien logre quedarse sin cartas. La idea es que se saca la primera, y los jugadores van poniendo una que coincida con el color de la bandera: amarillo o verde, o de las figuras (en las banderas): loro, cangrejo o chorizo. Así, mientras el pequeño juega, pronuncia por lo menos 80 veces cada una de las palabras que se le dificultan. Esta idea nació porque en los pequeños de 3 a 7 años la pronunciación de la letra rr es la más difícil, luego la r y la más común es la s (el ceceo) y son pocos los materiales que existen para diagnosticar y tratar el problema. Si el niño pronuncia una palabra con r mal, la escribe mal: si dice pilata y no pirata, escribirá pilata, si dice cao y no carro, escribirá cao, explica Olga Arango. Si el pequeño tiene dificultades para pronunciar una palabra, terminará por omitirla y buscará un sinónimo para no tener que hacerlo. La tarea de los padres es estar atentos, porque la dificultad se manifestará tarde o temprano como una secuela en la lectoescritura, que afectará otras áreas del aprendizaje. Una persona que no hable bien llega a tener un rechazo social, porque será estigamtizado, explica Arango. Si los padres no corrigen a tiempo, el niño será un adulto con problemas de pronunciación. ¿POR QUÉ HABLAN MAL? PROBLEMAS. Los niños pueden hablar mal por varias razones. * Herencia: si los padres tuvieron problemas para aprender a hablar podría pasar lo mismo con su hijo. * Cognitivas: por retardo mental. * Media lengua: los padres que le hablan entre los dientes a su hijo no le muestran cómo es la pronunciación correcta. * Factor emocional: el niño vuelve a hablar como bebé para llamar la atención si está viviendo un momento emocional difícil (un nuevo hermano, el divorcio de los padres). Se le debe corregir para evitar un patrón incorrecto del lenguaje. Pronunciar las palabras con claridad Cuando un niño pronuncie mal una palabra, los padres deben detenerse, mirarlo a los ojos y mostrarle cómo se pronuncia con el movimiento adecuado de la lengua y de los labios, para que el pequeño caiga en cuenta del error. Si nunca se le dice nada, el pequeño asumirá que está bien dicho. * Asegúrese de que el pequeño entienda lo que usted le quiere decir. Si no le muestra el movimiento de la boca cuando pronuncia una letra, puede que no comprenda cuál es su error. *Aunque el niño entienda que cuando la mamá coge las llaves y el bolso, quiere decir que se va, acostúmbrese a acompañar sus acciones con palabras. Diga voy a coger mis llaves, a abrir la puerta... para que el pequeño conozca la pronunciación correcta. * Lean juntos, canten, hablen, pregúntele cómo estuvo su día de colegio, estimúlelo para que hable.WILABR
Finanzas
13 sept 2008 - 5:00 a. m.
La letra con juegos, sí que entra
Ciro es un pirata que vive en los mares y su carabela tiene cien banderas, es una frase sencilla con la que empezaría cualquier cuento infantil. Pero a diferencia de las historias comunes para niños, esta tiene, en una sola línea, cinco palabras con la r ubicada en medio de vocales, ideal para determinar si un niño tiene problemas para comunicarse oralmente.
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