El paro del transporte público tradicional, que por tres días dejó sin el servicio de buses a Bogotá, fue levantado en la noche de este miércoles, sobre las 10:00 p.m., luego de una reunión entre el alcalde Gustavo Petro y los líderes de Apetrans, encabezados por Alfonso Pérez.
Las partes llegaron a un acuerdo para ponerle fin a la protesta, que este miércoles en la noche causó caos en la movilidad de la ciudad, principalmente en el sistema TransMilenio.
El Distrito acordó con los pequeños propietarios que se mantendrá vigente la medida del pico y placa para los buses, que fue revivida por la Administración y que busca darle un impulso a la ‘flota azul’ del SITP ante la baja demanda de pasajeros que está reportando y que le está abriendo un hueco a las finanzas de Bogotá.
Además de ese consenso, la Administración anunció que a partir de octubre asumirá la crisis económica de Coobús y Egobús, dos firmas operadoras del SITP que fueron intervenidas este año por la Superintendencia de Puertos y Transporte.
A esas dos empresas se les adjudicó, en el marco del SITP, la operación del sistema en las zonas de Fontibón, Suba y Perdomo.
Sin embargo, Coobús y Egobús incumplieron por problemas financieros. Esa debacle dejó a los pequeños propietarios de vehículos que se sumaron al SITP sin el pago de sus rentas mensuales y, además, a algunos de ellos no se les pudo cancelar el valor de los vehículos que fueron chatarrizados.
Se calcula que la difícil situación financiera de Coobús y Egobús tiene en problemas a unos 3.200 propietarios de buses. De ese total, 320 entregaron sus vehículos al sistema de dos maneras: unos fueron chatarrizados y otros, dependiendo del modelo, fueron adaptados y forman parte de la ‘flota azul’.
Según el acta levantada anoche, y que fue conocida por EL TIEMPO, el Distrito asumirá dichos pagos a partir de octubre con recursos públicos. Los dineros saldrán de un fondo destinado al “impulso del SITP”, cuyo valor no fue revelado por la Administración.
Esta partida presupuestal, además, también servirá para que el Distrito asuma el pago a los propietarios cuyos vehículos fueron chatarrizados.
Los fondos empleados por la Administración serán “reintegrados por los concesionarios al sistema”, aunque no se revelaron detalles sobre cómo se haría este reembolso.
Igualmente, ante la crisis de Coobús y Egobús, que ha retrasado la implementación del SITP, la Alcaldía anunció que liderará de manera directa la chatarrización de por lo menos 4.000 buses que le hacen competencia a la ‘flota azul’.
UN DÍA DE CAOS
Este miércoles, en el tercer día de paro, se vivieron momentos de caos debido a los bloqueos a TransMilenio, especialmente en el norte, donde usuarios se pararon en la autopista y generaron más de tres horas de trancón.
“Vi cómo la gente se metió al carril, había muchas personas en la estación de la 100.
Llevo más de 40 minutos tratando de ir desde la 100 hasta Héroes”, comentó un usuario.
El bloqueo generó demoras para los usuarios que esperaban los articulados en las estaciones de las calles 72 y 85 para ir al centro y al sur de la ciudad, pues los buses no pudieron seguir su recorrido por la parálisis de la autopista. Los afectados fueron los cientos de usuarios que toman buses para ir a las troncales Américas, Caracas y 26.
En la estación Museo Nacional, donde los usuarios hacen transferencia a rutas para el 20 de Julio (sur), la avenida de las Américas (suroccidente), la avenida el Dorado (occidente), la Carrera 7.ª y Suba, el colapso por falta de buses se prolongó de 5 de la tarde a 8 de la noche. Cerca de las 7 de la noche, la Policía logró levantar los bloqueos en el norte, pero el restablecimiento del servicio de articulados tardó un par de horas en normalizarse.
BOGOTÁ