“De no adaptar el sistema de mediciones del país a los estándares internacionales, esto podrá convertirse en una barrera paraarancelaria para el comercio de bienes”.
Así los consideró Ramón Madriñán, director de la Asociación de Organismos de Evaluación de la Conformidad (Asocet) al llamar la atención de los productores, usuarios y del comercio, en general, para que tengan cuidado con los sistemas de pesos y medidas que actualmente rigen en el país.
Ahora, el sistema no es sólo saber que un kilo tiene 1.000 gramos o que un metro son 100 centímetros, pues encierra muchos otros conceptos de metrología, al amparo de la dinámica que se espera de los tratados comerciales firmados por Colombia.
¿Hasta dónde llega el nuevo ‘aire’ que tiene la metrología en el país?
El gremio considera que las mediciones que se hagan en el país deben ser con equipos bien calibrados y celebra el hecho de la creación del Instituto Nacional de Metrología (INM).
A la Superintendencia de Industria y Comercio se le deja la función de control, con el fin de verificar que el consumidor reciba las cantidades que compra, mientras que los laboratorios nacionales de metrología salen de la Super y van al INM.
¿De qué temas podrá ocuparse para mediciones?
Las calidades del café colombiano, los biocombustibles como el etanol y el biodiésel o, incluso, de la calidad de los productos y de los ingredientes activos que se producen y comercializan en el país –por ejemplo–, entre muchísimos otros.
¿Cómo está el país en el tema de las mediciones?
Las que hacen las instituciones locales no las creen las similares de los países a donde se envían los productos de exportación y las dificulta; incluso, podrían convertirse en problemas de tipo paraarancelario.
Infortunadamente, Colombia es un país que está atrasado frente a las convenciones y tratados relacionados con las mediciones.
¿Dónde se ve el atraso?
En Colombia no hay quién calibre equipos como los teodolitos, los de navegación de aeronaves, los de determinar los niveles de ruido y los que determinan radiofrecuencias, y una lista de etcéteras.
¿Qué debe hacerse?
Tener las mejores mediciones, iguales o las más cercanas a los patrones internacionales, y dar a conocer este tema de mediciones en todo el país.
Hay sitios donde las calibraciones de los aparatos se hicieron hace 30 años.
Vale la penda destacar que en la última edición de la revista The Economist se destaca que el sistema internacional de mediciones es la base del comercio mundial y la ciencia moderna.
¿A qué obedece este sistema?
A la Convención del Metro, el Comité Internacional de Pesos y Medidas y a la Oficina Internacional de Pesos y Medidas, con sede en París (Francia).
Vale la pena destacar que Colombia no ha firmado la Convención del Metro, cuyo trámite aún está en el Congreso.
¿Quién le llama la atención al Gobierno por la importancia de este tema?
El Gobierno (solo) se dio cuenta durante las negociaciones del Tratado de Libre Comercio (TLC) con los Estados Unidos de que mientras tuviera los sistemas de medición actuales, nadie le creería a lo que se hiciera.
¿Se pidió asesoría a algún Gobierno?
Sí. Al mexicano, que después de negociar su TLC le invirtió tiempo y recursos a poner en marcha a un instituto de mediciones, pues lo consideró como fundamental.
¿Alguna otra experiencia exitosa?
Una de las primeras acciones del Gobierno del expresidente Lula en Brasil fue adecuar un instituto de mediciones, la compra de microscopios atómicos y el ‘fichaje’ de unos buenos científicos. Hoy ese país se ‘codea’ en las discusiones de nanotecnología.
¿Y las mediciones de las balanzas de las tiendas?
Estos temas de control metrológico los seguirá haciendo la Superintendencia de Industria y Comercio y están contemplados en el Plan Nacional de Desarrollo.
¿Hay cooperación internacional?
Sí. Y además, interés de los gobiernos de los países con los que hemos firmadot tratados comerciales.
EL TEMA HACE PARTE DE LAS EXIGENCIAS DE LA CONTRAPARTE EN LOS TRATADOS COMERCIALES
En estos temas hay dos caras: una, la que uno hace para que su contraparte considere que se ha incumplido; otra es la agenda que debe ponerse en marcha para aprovechar esos tratados negociados y firmados y el Instituto de Metrología es fundamental.
En estos lo que hemos logrado ha sido la cooperación en materia metrológica para que apoyen las mediciones que se hacen en Colombia; esta es una ganancia que ya logramos sin ponerse a funcionar esos tratados.
La próxima semana, por ejemplo, estará de visita en Colombia la funcionaria encargada del servicio de metrología de Canadá, con el fin de ayudarnos en algunos temas particulares.
En un país como los Estados Unidos ya se ha 'medido' la importancia de tener una entidad como el National Institute of Standards and Technology (Nist), donde por cada dólar invertido en investigación, este -para la industria- se multiplica hasta por 19.
Juan C. Domínguez
Economía y Negocios