El director de la Cámara Asomineros de la Andi, Eduardo Chaparro, advirtió que hoy confluyen varios factores que podrían llevar a la baja de la actividad minera, como se evidencia en algunas zonas del interior.
“Hemos venido sosteniendo que no hay locomotora minera. Usted no puede tenerla cuando desde febrero del año pasado tiene cerrado el registro de solicitudes, ni mucho menos cuando se observa que desde hace 20 años no se ha construido una mina grande nueva en el país”, aseguró.
Agrega que lo que el país ha vivido es una expansión de la producción con base en la capacidad instalada, pues las empresas productoras han buscado aprovechar el aumento de precios.
También se cuenta la contracción en la demanda por parte de China, pues Europa, su principal comprador, tiene problemas económicos, lo que implica menor consumo de carbón en el gigante asiático.
Chaparro menciona que hace dos meses por lo menos 40 barcos cargados de carbón y cobre deambulaban frente a los puertos chinos, porque no había quién los recibiera por los altos inventarios.
El sector también advierte que cada vez es más complejo obtener una licencia ambiental, como le pasa a Anglo Gold Ashanti, que lleva cuatro años tratando de allegar la documentación para presentar su solicitud.
Sin embargo, el viceministro de Minas, Henry Medina, dice que la minería sí es una locomotora que avanza, aunque no con la velocidad ideal.
El funcionario menciona que el sector minero participó con cerca del 17 por ciento de las regalías el año pasado.
Además, algunos proyectos de oro han reportado aumentos en la estimación de recursos, como Gran Colombia Gold y Continental Gold.
Ayer, en un debate en la Comisión Quinta del Senado, el senador Milton Rodríguez señaló que se deben subir las regalías para que el Estado reciba una mayor participación por los precios altos de las materias primas, puesto que no se ha beneficiado de negocios multimillonarios, como la venta de la firma Ventana Goldmines o del 20 por ciento de Drummond.
Al respecto, Medina indicó que subir las regalías del carbón implicaría poner en riesgo cerca de 170.000 empleos (hay poca demanda y precios a la baja) y desestimular las futuras inversiones, ya que estudios internacionales señalan que en los próximos años su consumo irá bajando.
No obstante, frente a las regalías del oro, el funcionario es partidario de realizar conversaciones técnicas para establecer la conveniencia de subirlas, ya que en este mercado los precios han sido más favorables.
Ómar G. Ahumada Rojas
Redacción de Economía y Negocios