Así lo señala un estudio realizado por la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR), en el que además de llamar la atención sobre la contaminación que se genera en los mataderos municipales, debido9 a que los desechos de estos centros de sacrificio son arrojados en su totalidad a las fuentes de agua aledañas a cada población, hay una subutilización de desperdicios como huesos, cuernos, grasa, pieles, subproductos y hasta pelo de animal, que pueden ser usados para otras actividades industriales.
De acuerdo con los datos entregados por la Corporación, de un bovino que ingresa al matadero sólo se utiliza el 40 por ciento, que equivale a la carne del animal, mientras el 60 por ciento restante se arroja a ríos y/o quebradas.