La unión deja a InBev como la cervecera más grande del mundo, con una facturación anual de 36.000 millones de dólares. Anheuser-Busch maneja el 48 por ciento del mercado estadounidense con marcas como Budweiser y Bud Light. Las marcas de InBev incluyen Stella Artois y Becks. El acuerdo requiere la aprobación de los accionistas y de las autoridades regulatorias de Europa y E.U. InBev presentó su primera oferta de compra el pasado 11 de junio. La compañía belga dijo que el consejo directivo de Anheuser había aprobado en forma unánime una oferta mejorada de 70 dólares por acción, que superó en cinco dólares la propuesta inicial apenas días después de que las dos firmas emprendieron acciones legales que anticipaban el comienzo de un enfrentamiento. Las dos empresas expresaron en un comunicado conjunto la convicción de que el acuerdo les favorecía totalmente por la creación de una compañía global con firmes raíces en Estados Unidos, donde esperan que la entidad genere el 40 por ciento de los ingresos. A mediados de junio, cuando se conoció la oferta hostil de InBev sobre Anheuser y por una cifra menor a la actual, 46.300 millones de dólares, analistas del mercado empezaron a crear escenarios sobre los efectos de la transacción en la surafricana SABMiller, especialmente en Suramérica, donde controla, entre otras, a la peruana Backus, la colombiana Bavaria y la ecuatoriana Cervecería Nacional. Las operaciones de la firma en Colombia y Perú serían particularmente vulnerables una vez que InBev empiece a consolidar sus negocios en la región, porque la mayoría de sus operaciones globales están en mercados de alto potencial de crecimiento como ese. Sin embargo, pocos días después fuentes de SABMiller dijeron escuetamente a este diario que la fusión no tendrá un impacto significativo en su panorama competitivo, debido a la reducida presencia fuera del mercado norteamericano de esta última. Los riesgos en estos países parecerían ser mínimos porque SABMiller controla casi todo el mercado. Inclusive se ha rumorado que InBev abriría su propia fábrica en Colombia o que se aliaría con la Organización Ardila Lülle, que aportaría la red de distribución de Postobón para entregarle la cerveza. Aunque no está descartada del todo a largo plazo una alianza de este tipo o la entrada directa de InBev a Colombia, esta se habría frenado una vez Bavaria fue comprada por SABMiller, porque la competencia sería a un precio distinto. Las sinergias entre filiales sería una de las herramientas con las que SABMiller atacaría una supuesta debilidad ante el tamaño que toma InBev con la compra de Anheuser. Por ejemplo, su alianza con Coors de E.U. le permite ahorros de cerca a 500 millones de dólares. InBev y Anheuser también anticiparon que el costo de la sinergia será de al menos 1.500 millones de dólares anuales en el curso de tres años. PORTAFOLIO MUNDIAL Según Carlos Brito, de InBev y el nuevo director ejecutivo de las compañías tras la fusión, la combinación creará una compañía global más fuerte y más competitiva con un portafolio mundial de marcas y una red de distribución sin rival, con una gran potencial de crecimiento en todo el mundo. Empero, la estrategia de Anheuser e InBev también entró en stand by en los últimos meses y el gigante surafricano podría estar preparando su movida porque suele gustarle tener la sartén por el mango en las empresas en las que invierte.WILABR
Finanzas
15 jul 2008 - 5:00 a. m.
Nace la cervecera más grande
La cervecera belga InBev anunció ayer que comprará la estadounidense Anheuser-Busch por 52.000 millones de dólares.
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