Ser el primer país en diversidad de aves y anfibios, el segundo en total de especies conocidas y el tercero en diversidad de reptiles, según la medición de turismo del Foro Económico Mundial (FEM) y otras cifras oficiales, hacen de Colombia un lugar estratégico para el turismo de naturaleza.
Si a esto se le suma el quinto lugar en diversidad de recursos naturales y de mamíferos y el décimosegundo en áreas protegidas, el potencial es aún mayor.
De hecho, tras un desarrollo empírico de este frente, solo hasta hace pocos años el país empezó a generar política pública específica al respecto sobre el turismo de naturaleza que acoge una política ambiental clave para su desarrollo.
Según Juan Viana, gerente (e) del Programa de Transformación Productiva (PTP) del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo (MinCIT), esto partió de la Ley 300 de 1996 que define varios segmentos potenciales, entre ellos el ecoturismo.
Por regiones, los departamentos que lideran estos temas son Cundinamarca, Santander, Antioquia y Valle del Cauca, que tienen una valoración superior a 4 –en una valoración del PTP del 1 al 5–, seguidos de Quindío, Bolívar, Risaralda, Caldas, Meta, Boyacá y San Andrés, que están por encima de 3,5.
PARA DESTACAR
Un caso para resaltar es el de Santander, que ha hecho un gran esfuerzo para consolidar el turismo de aventura y lo ha logrado publicitariamente.
Sin embargo, necesita reforzar la institucionalidad para evitar que los precios ganen la batalla. Viana también destaca el posicionamiento de Quindío.
“Cundinamarca y Antioquia se suman a las regiones con alto potencial para el desarrollo de nuevas actividades y la idea es que aprovechen sus fortalezas de conectividad, infraestructura y comercialización”, agregó.
Proexport también tiene otro listado de regiones que están moviendo el negocio.
Aunque advierte que todos los departamentos del país tienen potencial en el desarrollo de alguno de los productos de turismo de naturaleza, los que más reportan visitas son Amazonas, Huila, Valle del Cauca y Chocó.
A estos se suman los departamentos del llamado paisaje cultural cafetero y Cundinamarca, Boyacá, Santander, Meta, Antioquia, Magdalena, Bolívar, La Guajira, San Andrés y Providencia.
CADA VEZ MÁS ESPECIALIZADOS
Creatividad empresarial se suma a la oferta natural de Colombia para impulsar novedosos servicios.
Proexport destaca casos de éxito como El Cantil, ecoalojamiento en el Chocó con servicios que atraen al mercado europeo.
En el tema del buceo está Diving Planet, en Cartagena, que entre sus productos ofrece servicio para personas en situación de discapacidad. Se suma el vistamiento de aves en Boyacá de la firma Manakin, con fuerza entre los viajeros ingleses.
En el listado también está Pure Colombia, que inició operaciones hace dos años.
“Confirmó ventas de servicios turísticos en el mercado europeo y avanza en otros, como Dinamarca”, concluye Proexport.
POTENCIAL PARA LA HOTELERÍA A TRAVÉS DE LOS ECOALOJAMIENTOS
El alojamiento constituye un eslabón clave dentro de la cadena de valor del turismo de naturaleza, explica Juan Viana, gerente (e) del Programa de Transformación Productiva (PTP) del MinCIT.
Ante esto han surgido los ecoalojamientos, que incluyen cuatro tipologías: el Eco-lodge tradicional, que son pequeños sitios de hospedaje en áreas naturales o protegidas que persiguen un mínimo impacto ambiental, la sostenibilidad, la integración en el hábitat en el que se encuentran y la comodidad. Está el Eco-lodge especializado, con oferta turística enfocada en una actividad puntual (observación de aves, buceo, etc.) o el Eco-lodge emblemático, que por sus características naturales, sociales o arquitectónicas es icónico y aspiracional para el visitante. Finalmente, se encuentra el Eco-Glamping, que permite planificar viajes en la naturaleza con las comodidades de un hotel pero al estilo de un ‘camping’.
Gabriel E. Flórez G.
Economía y Negocios