Tras conocerse la decisión del Gobierno de dar solución a 117 municipios con deuda por 440 mil millones de pesos a través de bonos de agua, para financiar proyectos de acueductos, queda el interrogante de quién ganó o perdió en el negocio. Portafolio conoció que los precios limpios que recibirán los tenedores de los bonos serán del 91,9 por ciento para la emisión del 2008 y de 95 por ciento para la del 2010.
Según el exministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, uno de los estructuradores de los bonos, “los bonos siempre tuvieron gran y absurda antipatía en el Gobierno”. Agregó que “para los inversionistas es un manotazo, pero a precios más o menos de mercado y, como inversión, de pronto no es tan mala, vistas las cosas expost, como el hecho que tuvieron siempre una prima importante sobre los TES”. En cambio, advierte Carrasquilla, “para la idea de financiar infraestructura a largo plazo en el mercado de capitales, creo que es un pésimo precedente”.