Por ejemplo, los planes de Votorantim no paran en la reciente compra de las acciones del grupo Gerdau en Acerías Paz del Río.
En la pasada asamblea de accionistas, el vicepresidente ejecutivo de Acerías, Gilson Danhoni Moraes, confirmó que esta empresa quiere comprar G&J, un distribuidor de productos de acero con ventas por unos 500.000 millones de pesos anuales.
G&J también posee acciones en Tubos Colmena, una reconocida empresa de tubería metálica de pequeños diámetros.
Gerdau se encuentra en el proceso de finiquitar la adquisición del 51 por ciento de Cleary Holdings Corporation, por 59 millones de dólares, una exportadora colombiana de carbón coquizable.
En esa misma dirección, Paz del Río contrató a la empresa Beher Dolber para que haga un estudio de sus reservas de carbón y presente alternativas de explotación. Y retomó la explotación a cielo abierto de la mina de mineral de hierro 'El Santuario', en Ubalá (Cundimarca).
Danhoni agrega que las inversiones en el sector siderúrgico local responden particularmente a que Acerías puede tener un crecimiento sostenible y ser polo de desarrollo en la región.
Descartó una acción conjunta con Gerdau para apoderarse del mercado del acero. "El mercado es abierto y la competencia es natural y normal", dijo.
En lo que tiene que ver con la compra de los activos de Comsisa y ABP por parte del grupo Diaco-Sidelpa, esta hace parte de un plan que se fijó Gerdau desde el 2005 cuando adquirió estas siderúrgicas, con el fin de ampliar su capacidad instalada hasta unas 850.000 toneladas anuales.
Con las adquisiciones y los ensanches posteriores, tendría actualmente 550.000 toneladas y llegaría este año a la meta propuesta, si se suma la capacidad proveniente de la compra de activos de ABP y Comsisa.
Las transacciones de Gerdau también hacen parte de un plan regional para ampliar su presencia en el segmento de aceros largos, a través adquisición de empresas y ampliaciones en los países en los que tiene operaciones. Las inversiones en Colombia al 2009 estarían en el orden de 500 millones de dólares.
Otro factor que atrae a los jugadores internacionales al sector siderúrgico o a la realización de alta inversiones para ensanchar la capacidad productiva es que la producción local de acero no alcanza a satisfacer la demanda, y por ello las empresas se están moviendo en la dirección de 'morder' la tajada de los importadores. En efecto, el consumo anual es de aproximadamente 2,46 millones de toneladas, de las cuales se importa cerca de un millón de toneladas.
Y aunque las perspectivas del mercado para el 2008 estén determinadas, en gran porcentaje por el crecimiento de la construcción y la industria manufacturera, la recesión en Estados Unidos y posibles disminuciones en el comercio con Venezuela, este año la demanda de acero alcanzaría, según Camacol, cerca de 2,6 millones de toneladas.
El grupo Diaco- Sidelpa ha adquirido, inclusive desde antes de ser tomado por Gerdau, empresas y activos como Laminados Andinos, Aceros Figurados, Perfilamos del Cauca y Musa.
Ello porque el sector siderúrgico tampoco escapa a la tendencia de las empresas de ofrecer productos con mayor valor agregado y depender menos de la venta de comodities que representan más competencia y menos rentabilidad.
Aunque sean ya pocas las siderúrgicas por adquirir en el país, algunos analistas consideran que Gerdau y Votorantim podrían seguir comprándolas.
Sidoc anunció, recientemente, una inversión de 40 millones de dólares para ampliar la capacidad hasta 250.000 toneladas, al 2012, así como para ampliar cobertura de distribución al resto del país, ya que su radio de acción es el sur del país. Un claro desafío para mostrar a las grandes que será 'un hueso duro de comprar'.