En los próximos años las cifras de la palmicultura solo crecerán en producción y productividad, no en las áreas sembradas, pues la prioridad es recuperar lo devastado por la enfermedad de la Pudrición de Cogollo (PC).
El dirigente gremial destacó que la palmicultura es competitiva, pero hay muchos nubarrones sobre los cultivos.
Precisamente, sobre la competitividad, ¿cómo está el sector?
Hemos notado un deterioro, principalmente por la tasa de cambio, pues este negocio vive de las señales internacionales (como precios y mercado).
Pese a lo que se ha hecho en este y todos los sectores en materia de eficiencia y productividad no es posible compensar las pérdidas que nos ha dejado la revaluación del peso colombiano frente al dólar.
¿Qué hacer frente a esto?
El país necesita recuperar la competitividad, rectificando el rumbo; de otra forma, no serán viables en el futuro sectores con alta generación de empleo como la palmicultura.
Precisamente, este es el gran valor social que tiene la agroindustria de la palma.
¿Hay un único responsable de la revaluación?
El banco central tiene su parte en el problema, pero también el Gobierno en su política.
Como colombiano me toca un problema: la culpabilidad que tendrían las inversiones en el sector minero–energético.
Sin embargo, vale la pena recordar que este tema tiene su fragilidad: Colombia es un país con petróleo, no un país petrolero, pues las reservas son menores a siete años, tiempo después del cual se acabaría la dicha y, si es así, ¿a dónde iríamos a trabajar?, ¿de qué vamos a vivir?
Por esto es necesario que se apoye a los sectores que le darán desarrollo más diversificado y estratégico, como lo es la agricultura.
¿El Gobierno y el Banco de la República tienen aún cartas por jugar?
Muchas. Creo que lo están haciendo, pero tímidamente. Algunos piensan que el Gobierno y la junta del banco podrán librarse del problema de una forma ‘barata’; yo creo que van a tener que ‘tallar’ más, con esfuerzos mucho más audaces que lo hecho hasta ahora.
¿Por ejemplo?
La intervención en la compra de divisas, pues se hace necesario que se fije una meta de acumulación de una gran cantidad de divisas muy superior a la de hoy, quizás, hasta tres veces.
¿Otros aspectos?
La falta de infraestructura; por ejemplo, los corredores férreos, la navegabilidad por los ríos y las carreteras, todo esto para las zonas de producción.
De esto ha venido hablándose desde hace 20 o 30 años, pero no pasa nada.
¿Ha tenido repercusiones?
Sí, en nuestras recomendaciones a los inversionistas. Les hemos dicho: ¡ojo donde va a invertir!
En la altillanura, por ejemplo, no deberían hacerse cultivos de palma, pues no hay salida para los productos. No se ven los proyectos del río, del ferrocarril ni los viales.
Hoy, el flete desde allí hacia los puertos vale más que importar desde Indonesia.
¿Qué tanta culpa tienen los estadounidenses?
Ellos han venido depreciando su moneda como parte de su estrategia económica, por lo que Colombia debería sintonizarse con eso.
¿Hacia dónde va el desarrollo de la palma?
Lo primero, recuperar las zonas devastadas por culpa de la enfermedad llamada Pudrición de Cogollo (PC). En estas zonas se tenía una infraestructura productiva y capacidad empresarial, lo mismo que mano de obra que ha perdido sus ingresos.
En segundo lugar, lograr una mayor productividad en los cultivos, pues hay tecnologías y conocimientos disponibles para los cultivadores.
¿Hay interés por las inversiones?
El tema de tierras tiene al país rural en vilo en muchos sentidos; muchos creen que no hay señales claras de cómo se comportará el sector rural mientras hace sus inversiones, grandes y a largo plazo.
¿El proceso de paz cuenta?
Claro. Los inversionistas no tiene claro para dónde va. Si se suman los incentivos que hay sobre la mesa y las incertidumbres presentes, mucha gente prefiere quedarse quieta.
¿Las limitaciones?
Inseguridad en el campo y narcotráfico.
Las políticas y los instrumentos de política pasan a ser muy relevantes. En horabuena los anuncios del Gobierno para recuperar las zonas palmeras afectadas por las plaga de la PC.
CONGRESO DE LOS PALMEROS, LA PRÓXIMA SEMANA EN SANTA MARTA
Del 28 al 31 de mayo, se realizará el XLI Congreso Nacional de Cultivadores de Palma de Aceite.
Durante este se divulgarán las estrategias y acciones que el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) ha contemplado para hacer frente a la problemática sanitaria de la Pudrición del Cogollo (PC), las nuevas líneas de crédito e incentivos para el sector palmero ofrecidas por Finagro, las perspectivas de los biocombustibles en Colombia, y los mitos y las realidades de la tenencia de la tierra rural en Colombia.
El presidente de Fedepalma, señaló que este congreso “reviste especial importancia por la coyuntura en la que se encuentra el sector.
“Hemos tenido años de crecimiento sostenido y hoy, tanto el Gobierno como los palmicultores, debemos tomar las medidas necesarias para garantizar que esta agroindustria continúe siendo promotora del desarrollo”.
Adicionalmente, se llevarán a cabo las asambleas del gremio palmero (Fedepalma) y del centro de investigaciones que financia el sector ( Cenipalma).