El primero representa una inversión de 100 millones de dólares en obras urbanísticas (lo que tomará cinco o seis meses más) y otras adicionales por 900.000 millones de pesos cuando los usuarios empiecen a darle forma.
Tubará está a cargo de la firma bogotana Corfiamérica, que lo lanzará oficialmente dentro de dos meses para iniciar la etapa de preventa. "Ya tenemos tres compañías importantes interesadas, pero nos reservamos el nombre para cuando hagamos el lanzamiento", dijo Nairon Barrios, presidente de la compañía.
Comprenderá de 74 bodegas en el kilómetro 10 de la vía Barranquilla-Tubará (norte del departamento), que podrían ser tomadas por cinco o seis empresas si quisieran. Incluso, agregó Barrios, podría pensarse en la posibilidad de convertirlo en zona franca en atención a los requerimientos y la magnitud de las inversiones.
El otro proyecto es el Parque Ambiental del Caribe, en el kilómetro 12 de la misma vía. Comprende de 54 hectáreas de las que se están trabajando seis. "La idea es prestar servicios ambientales a los hospitales, a los puestos de salud, y a las empresas en el tema de residuos especiales, lo que va de la mano de tóxicos peligrosos industriales", dijo Humberto Rodríguez Cobo, presidente del grupo Sala (Soluciones Ambientales para Latinoamérica), dueño del proyecto.
En este caso, la inversión es de 8 millones de dólares, de los cuales se ha invertido la mitad. Se espera completarla a mediados de agosto. "Estamos empleando 20 personas, la idea es que cuando comience la operación, haya unas 40, y llegar a unas 300 personas empleadas", dijo Rodríguez.
Tanto Barrios y Rodríguez desplegaron un listado de bondades sobre la ciudad y el Atlántico en términos de ubicación estratégica, calidad del recurso humano, costo de la tierra e incentivos tributarios para invertir. Las dos inversiones están dentro de los 61 casos confirmados para el 2010, y de los cuales hay 15 en operación.