"Si de verdad se quieren mantener los intercambios comerciales abiertos, se debe comprender (...) que la mejor forma es seguir abriéndolos", de ahí "la urgencia" de concluir el ciclo de Doha para la liberalización del comercio mundial, añadió, la víspera de la cumbre de los países del G8 en L'Aquila (centro de Italia).
Respecto a esa reunión, Lamy indicó que su mensaje "será muy parecido" al que dirigió al G20 de Londres, en abril. El director general de la OMC, que participará en la cumbre de L'Aquila, subrayó su intención de seguir "luchando contra el proteccionismo, que está ahí".
La OMC denunció el miércoles pasado nuevos movimientos proteccionistas entre sus 153 países miembros y revisó a la baja sus previsiones de 2009 sobre el comercio mundial, que debería disminuir un 10%, quedando así en su nivel más bajo desde la Segunda Guerra Mundial. "El impacto de la ralentización de los intercambios comerciales será más duro para los países en desarrollo", advirtió Lamy.
La OMC espera que los flujos comerciales de los países en vías de desarrollo bajen este año del 7% frente al entre 2 y 3% inicialmente previsto.
Debido al estancamiento esperado de los intercambios comerciales, la ayuda al comercio "se ha convertido hoy en esencial", subrayó Lamy, que también abogó por una reactivación, "lo más rápida posible", del ciclo de Doha.