La temporada de anuncios de resultados del primer trimestre se acerca a su fin y, hasta el momento, los inversionistas están satisfechos con las ganancias.
Dejando a un lado a las alicaídas empresas financieras, las utilidades han sido sorprendentemente robustas. Pero quizás lo más sorprendente sea que los ejecutivos no han rebajado las expectativas de Wall Street para el resto del año.
Esto ha sido una buena noticia para las acciones, las cuales han subido frente a su piso de mediados de marzo, pero también
significa que Wall Street ha impuesto estándares muy altos que las compañías tendrán que superar en los próximos meses para cumplir con estas expectativas.
Con tanta incertidumbre acechando a la economía, el riesgo es que el mercado esté preparándose para un fracaso.
Las ganancias del primer trimestre
están en camino de registrar un declive de 15% frente al año anterior, según Thomson Reuters. Sin embargo, los analistas aún confían que las ganancias sean un 10% superiores en 2008. Esto se traduciría en una pequeña pérdida en el segundo trimestre, un sólido crecimiento de las ganancias en el tercer trimestre y un cuarto trimestre que sería el más rentable de la historia.
Thomas Lee, estratega de valores de J.P. Morgan Chase & Co., piensa que las expectativas para el cuarto trimestre son demasiado altas. La predicción, compartida por el consenso del mercado, de US$93 la acción para el índice combinado Standard & Poor's 500, representaría una "rentabilidad sin precedentes", dice.
Entretanto, los únicos sectores que han registrado ganancias récord son los de energía y materiales, que, sumados, aportan sólo un cuarto de las ganancias de las compañías en el S&P 500.
Brian Belski, estratega de Me-rrill Lynch, dice que los analistas de Wall Street tienen un historial de predecir recuperaciones altas de las ganancias en épocas de desaceleración económica (además de ser demasiado cautos cuando las ganancias bajan).
Siguiendo los períodos de ganancias en baja de 1991 y 2001, los resultados presentados cuatro trimestres después de lo peor de la crisis estuvieron 50% por debajo de lo previsto cuando la economía estaba tocando fondo, anota Belski, quien cree que este patrón se repetirá.
Belski agrega que el grueso del optimismo injustificado se limita
a las acciones financieras, las cuales, según cifras de Thomson, se cree que obtendrán US$46.500 millones en el cuarto trimestre,
después de una pérdida de US$20.900 millones en el cuarto trimestre del año pasado.
Aún así, los ejecutivos han apoyado en su mayoría el optimismo sobre las ganancias pese a la debilitada economía. En las últimas semanas, casi la mitad de las compañías que han revisado sus previsiones para todo el año lo han hecho a la baja, según datos compilados por Morgan Stanley. Este porcentaje se ajusta a los niveles de 2006 y 2007. Pero el porcentaje de compañías que han incrementado su perspectiva ha subido frente a los dos últimos años.
Ayuda extranjera
Las compañías de fuera de EE.UU., las cuales generan cerca del 40% de las ganancias del S&P 500, se mantienen relativamente robustas. Sin embargo, debido a la contracción que los consumidores están sufriendo debido al desplome de los precios de las viviendas y los altos precios de la gasolina, el impacto del programa de estímulo del gobierno estadounidense podría
ser fugaz. Además, las ganancias corporativas han sido impulsadas por un dólar débil, que hace que los bienes vendidos fuera de EE.UU. sean menos costosos e infla las ganancias obtenidas fuera del país, pero hay señales de que esta tendencia está por terminar.
Para el segundo trimestre, las predicciones contemplan un declive
en las ganancias de 6,1%, comparado con el aumento de 2% que se esperaba a principios de abril. Se cree que las ganancias para el tercer trimestre subirán 13,9%, mientras que hace un mes la predicción era de 17,3%, según Thomson. Las expectativas de cerca de un aumento de 62% en las ganancias en el cuarto trimestre se han mantenido relativamente estables.
Aunque los analistas han reducido sus expectativas para las acciones financieras y de empresas de consumo masivo, han incrementado las de las energéticas, industriales y de materiales.
Los estrategas de mercado de Goldman Sachs Group Inc., quienes han argumentado que las expectativas de ganancias están muy altas, dicen que se quedaron sorprendidos de que más compañías no hayan reducido sus perspectivas.
"Es difícil imaginar que el panorama económico actual estaba incorporado en su totalidad en nuestra predicción anterior", escribieron la semana pasada. "Una intepretación más cínica es que los ejecutivos serán los últimos en detectar la gota de que rebose la copa".