El saldo de 42,6 millones fue posible gracias principalmente a los 1.892,5 millones de dólares positivos del rubro minero y a los 46 millones del sector agropecuario, que lograron contrarrestar el faltante de 1.909,7 millones que arrojó la balanza industrial.
Las exportaciones colombianas de petróleo se han beneficiado de sus elevadas cotizaciones internacionales, que cada día están imponiendo récords. Entre enero y febrero, su balance comercial fue de 1.284,8 millones, más del doble de lo registrado en el mismo lapso del año pasado.
El carbón no se queda atrás en su contribución a la balanza comercial total del país (diferencia entre importaciones y exportaciones). De acuerdo con cifras del Dane, este mineral tuvo un saldo positivo de 572,2 millones de dólares, 13,5 por ciento más que en el primer bimestre del 2007.
El sector agropecuario, ganadería, caza y silvicultura hizo un aporte modesto concentrado en los despachos pecuarios, básicamente de carne bovina, que dejaron un saldo positivo de 39,3 millones de dólares, muy por debajo de los 66,1 millones de enero-febrero del año pasado.
No obstante el aumento de 14,8 por ciento en las exportaciones de productos del agro (302,4 millones de dólares), la balanza comercial de este renglón fue positiva en apenas 6,2 millones de dólares, ya que el encarecimiento de alimentos como el maíz y el trigo incrementaron las importaciones de todo el renglón agrícola en 59,1 por ciento hasta llegar a 296,2 millones de dólares.
El desbalance comercial internacional, como se anotó, se origina en los bienes industriales: las exportaciones ascendieron a 3.395,9 millones de dólares (50,8 por ciento más que en el primer bimestre del 2007), mientras que sus importaciones sumaron 5.305,6 millones de dólares (29,1 por ciento más), para un déficit de 1.909,7 millones de dólares (un crecimiento de apenas 2,8 por ciento).
No obstante, hay que tener en cuenta que las compras externas de bienes industriales son mayoritariamente de materias primas, insumos y bienes de capital, destacándose las calderas, máquinas y partes, aparatos y material eléctrico, de grabación o imagen, sustancias y productos químicos y equipo de transporte (con un gran peso de las aeronaves).
Lo anterior significa que tanto la industria como la agricultura y los servicios han seguido su equipamiento (más inversión), lo que debe traducirse en una mayor productividad de las empresas, aunque no necesariamente un crecimiento significativo del empleo.