Los contratos de petróleo de Texas y Brent, se negociaron en medio de la preocupación por un descenso de la demanda mundial, y la aproximación del huracán Ike a las costas de Estados Unidos, donde se encuentran muchas refinerías.
Poco antes del cierre, el petróleo WTI (de Texas, referencia para América Latina) se negoció brevemente por debajo de los 100 dólares, un nivel que no se veía desde marzo y bien lejos del precio récord de 147,27 dólares que tocó el 11 de julio.
No obstante, se recuperó de nuevo la tendencia al alza en los últimos minutos de negociaciones y con ello el barril de crudo de Texas finalizó la semana 31 centavos más caro que el día anterior. El crudo de Texas no cierra a menos de cien dólares desde el 4 de marzo, cuando finalizó a 99,52 dólares/barril.
En Europa, el barril del petróleo del mar del Norte para entrega en octubre concluyó la sesión en el International Exchange Futures (ICE) 0,06 dólares menos que al cierre de la jornada anterior.
Los contratos de gasolina para octubre finalizaron a un precio de 2,7696 dólares el galón (3,78 litros), después de sumar dos centavos al valor anterior.
El gasóleo de calefacción para entrega en ese mes terminó a 2,9391 dólares/galón, también unos dos centavos mas caro que el jueves. Los contratos de gas natural para octubre cerraron a 7,36 dólares por mil pies cúbicos, 12 centavos mas caros que el día anterior.
El petróleo WTI se depreció un 5,05 dólares, un 4,7 por ciento esta semana, continuando así una tendencia bajista que se ha agudizado desde finales de agosto, entre persistentes signos de que el crecimiento de la demanda a nivel global este año y el próximo será menor de lo que se calculó meses atrás.
Esa circunstancia, unida al fortalecimiento del dólar, ha evitado que los precio del crudo y de los combustibles suban con fuerza incluso con el paso de huracanes por el Golfo de México, algo que en años recientes suscitó nerviosismo de inmediato entre los operadores.
Temor al alza por huracán Ike
El mercado está pendiente del efecto que el huracán "Ike" tiene en la producción de crudo y de gas natural en el golfo, así como a los puertos y refinerías en Texas, donde se ubican algunas de las mayores de este país.
El huracán "Ike" se prevé que alcance durante el fin de semana las costas de ese estado, por lo que algunas compañías petroleras decidieron paralizar la actividad en plantas de refinado, como medida cautelar.
Los últimos datos que difundió hoy el Servicio de Gestión de Minerales (MMS), la agencia federal que supervisa la producción petrolera en el golfo, reflejaron que 596 plataformas marinas de producción o un 83,1 por ciento del total que opera en esa región, fueron evacuadas como medida de precaución.
La producción habitual de petróleo, de 1,3 millones de barriles diarios, se halla recortada en un 97,5 por ciento y la de gas natural en un 94,4 por ciento, según el MMS.
La llegada de "Ike" ocurre dos semanas después de que otro ciclón, "Gustav", paralizara en su totalidad la producción de crudo en el golfo y casi por completo la de gas, además de causar problemas a algunas refinerías en Luisiana y mermar el flujo de importaciones.
Cortes de suministro eléctrico e inundaciones son algunos de los mayores problemas que suelen afrontar las refinerías con el paso de huracanes o fuertes tormentas, con el consiguiente perjuicio para la producción y el suministro de combustibles al mercado.