El 30 por ciento de los aceites lubricantes que se distribuyen en el país está siendo falsificado o adulterado. Esta realidad, denunciada ayer por el presidente de la Asociación Colombiana del Petróleo, Alejandro Martínez, no solo les representa a los falsificadores ganancias por 200.000 millones de pesos, sino que pone en riesgo la duración de los motores de los carros.
“Absolutamente todos los están adulterando”, dijo Martínez al referirse a las 40 marcas de 14 empresas productoras.
“Lo que estos delincuentes están haciendo es coger el lubricante con aditivos y lo venden como original, o venden el aceite usado como nuevo”, añadió.
Las cifras podrían ser incluso mayores, a juzgar por las visitas de inspección que realizó en diciembre en Bogotá la Superintendencia de Industria y Comercio: de 110 muestras recolectadas en locales donde se expenden y cambian aceites, el 44,5 por ciento dio que habían adulterado o pirateado el producto.
Por esto, el superintendente, Pablo Felipe Robledo, anunció la apertura de pliego de cargos contra 9 establecimientos, procesos que podrían concluir con sanciones económicas. Los locales investigados son Lubricantes y filtros La 40, Sexta Avenida, Lubricentro Villamil, Lucyautos, Ler, Lubricep I, Lubricantes de Colombia MP, Don Quijote 161 y Lubricantes Escamilla, los cuales no podrán vender las marcas halladas mientras culmina el proceso.
Las inspecciones serán extendidas a las principales ciudades, porque, de acuerdo con Robledo, “se trata de un problema generalizado”.
Además, serán compulsadas copias a la Fiscalía para que se analice si los hallazgos dan lugar a procesos penales.